Entre las insignias de luchas y carteles, mujeres salvadoreñas exigieron al Estado y a la sociedad en general, el fin de la violencia contra las niñas y mujeres que se ejerce desde los hogares, los lugares públicos y los trabajos.
Defensores de Derechos Humanos señalan que hay una regresividad en el ámbito institucional, legal y de política pública hacia los derechos de las mujeres en el país
Entre las pruebas que presentarán fiscales del caso está el documento emitido por la Comisión de la Verdad, el cual nombra a los responsables directos del asesinato del ahora santo.
El Salvador es considerado por Amnistía Internacional como uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres. Organizaciones vinculan dicha clasificación a la “normalización de la violencia"