sábado, 13 abril 2024

8M: Reafirman demandas Beatriz, y exigen alto a la violencia

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8M: 68 feminicidios reportaron en 2022, y 132 en 2021. 102 casos de violencia sexual se reportaron en 2022 y 3,284 en 2021, según Ormusa. Organizaciones exigen despenalización del aborto.

Por Alessia Genoves


¡Alto a la violencia!” es la consigna general de la marcha por la conmemoración al día internacional de la mujer. Las manifestaciones reivindicativas exigen al gobierno salvadoreño, en cumplimiento a las garantías por prestaciones sociales básicas, participación política y una vida libre de violencia y discriminación contra las mujeres.

Feminicidios, desapariciones forzadas y violencia sexual también figuran entre los principales temas de denuncia, en la reivindicación del Día Internacional de la Mujer. Centenares de mujeres se manifestaron en importantes puntos del país, desde el pasado 6 de febrero. Se tomaron las calles y convocaron a la prensa, para reiterar su derecho por una vida digna.

Contra feminicidios

68 mujeres fueron víctimas de feminicidio, al término del año 2022. La cifra responde a una reducción del 51.52% de los hechos de sangre, si se compara con los 132 feminicidios reportados de manera oficial, en 2021. No obstante, la cantidad más vigente ha sido cuantificada desde reportes herográficos, y no desde medios oficiales, según se constata en el Observatorio de Violencia Contra la Mujer, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa).

Por otra parte, legisladores, como la diputada Alexia Rivas por Nuevas Ideas, se han avocado al registro de la organización, en la discusión de la Sesión Plenaria Ordinaria N.º 96, que sesionó la imprescriptibilidad de feminicidios.

ContraPunto observa que las estadisticas de Ormusa complementan la divulgación oficial con la hemerográfica, ya que la primera apenas reportó 47 “muertes violentas de mujeres”, al término del primer semestre; mientras que la segunda identificó los 21 feminicidios adicionales. También observa una ausencia de datos actualizados en la Oficina de Estadística de Género, del Banco Central de Reserva (BCR). Ésto podría dar a lugar a un sub-registro de datos.

Para 2022, Ormusa identifica 54 feminicidios poco usuales; 10 de los cuales llevaron a que el cuerpo de la víctima fuera localizado en las “orillas de quebrada”, 1 en un barranco, mientras que 26 de los mismos fueron encontrados al interior de una vivienda. 2 de los casos identificar el cuerpo de la víctima en un motel; mientras que el resto de hechos de sangre -enumerados de a 1- tuvieron como escenario la “cancha de fútbol, quebrada, cerca de su casa, río, interior de un bar, interior de un carro, dentro de la pila de un predio baldío” y otros 6 no fueron especificados.

12 feminicidios han sido identificados, al término de los 2 primeros meses del año 2023. El dato es citado del mismo observatorio de Ormusa; que a su vez, se enumera de registros oficiales y de fuentes hemerográficas. 5 de los feminicidios observados se cometieron en enero; y otros 7 en febrero; ambos son inferiores al registro de los 20 casos enumerados en la misma fecha del año 2022, en los que 12 se cometieron en enero y 8 en febrero.

Armas de fuego fueron las principales herramientas que propiciaron la muerte de sus victimas, para los feminicidios reportados en 2023, en al menos 3 hechos de sangre. Los golpes, al mismo tiempo, propiciaron la muerte de 2 mujeres. Otros casos fueron enumerados de a 1, habiendo sido cometidos por “corvo, arma blanca, apuñalada, cuchillo y ahorcamiento (suicidio)” . Al el último caso correspondería a un probable suicidio, que no es tipificado como un homicidio en el código penal ni en la Ley Especial para una Vida Contra la Violencia para al Mujer (LEIV), la organización da paso a que éste sea investigado, a la búsqueda del inductor o del autor de un posible feminicidio.

Los casos de feminicidios han sido así tipificados a través de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV), que establece penas de 20 a 35 años de prisión a “quien le causare la muerte a una mujer mediando motivos de odio o menosprecio por su condición de mujer”.

Desde el año 2012 fue ratificada la LEIV por la Asamblea Legislativa (2009 – 2012). Desde esa fecha, el número de feminicidios se cuantificaba en 329 víctimas; en 2013, se acumulaban 2015; y en febrero superaban los 216; cantidades significativamente menores a las del último quinquenio. No obstante, para el año 2018 se reportó un incremento notable, con un registro de 386 feminicidios; una cantidad que volvió a decrecer para 2019, con 230 feminicidios; y que se mantuvo a la baja con 131 feminicidios en 2020 y 112 en 2021.

Suicidios y Desapariciones

Ormua observa una reducción en los casos tipificados como feminicidios; sin embargo, también constata un incremento en el número de suicidios y de desaparecidas, de acuerdo con el Instituto de Medicina Legal (IML). Ésto es así, porque hasta el cierre del año fiscal 2019, la cantidad de mujeres que murieron por suicidio era de 78; y al menos 1 de un sexo no determinado por las autoridades de seguridad pública; mientras que el número de hombres desaparecidos llegó a los 368.

2020, por otra parte, elevó el registro de número de mujeres que muieron por suicidio a 102; mientras que el número de hombres, en la misma situación jurídica, era de 498, según la Fiscalía General de la República (FGR). Para el año 2021, la cantidad de mujeres desaparecidas se elevó a las 373; y al menos 1 caso adicional no pudo determinarse su sexo. Por otra parte, el número de hombres reportados como desaparecidos, en total, fue de 725.

Mauricio Arriaza Chicas, titular de la Policía Nacional Civil (PNC), indicó entonces que más del 50% de los casos eran localizadas las personas desaparecidas. Aún así, los datos contrastan con el número de homicidios registrados; ya que al cierre del año fiscal 2019, la cantidad se enumeró en 2,390; en 2020, la cantidad era de 1,341 y en 2021 ya eran 1,147.

Hasta 2022, como se ha informado, la cantidad de feminicidios era de 68; mientras que el número general de homicidios era de 495, de acuerdo con el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP). Sin embargo, el número de personas desaparecidas para esa fecha aún no ha sido divulgado de forma oficiosa.

Violencia sexual y reproductiva

Violencia sexual y reproductiva, también son los temas de cobertura de ORMUSA. Para el año 2020, la cantidad de hechos de violencia de tipo sexual llegó a los 2,665 casos; el 15% de ellos resultó en violación, un 31% de ellos resultó en estupro y otro 24% resultó en violación en menor o incapaz. Entretanto, las agresiones sexuales formaron parte de una proporción del 19.1%.

2021 elevó los casos de violencia sexual, a los 3,284 registrados. De todos ellos, el 31.06% se calificaron como estupro; el 26.9% se calificaron como violación en menor o incapaz y un 19.4%, como agresiones sexuales. Mientras que un 13.86% de los casos fueron identificados como productos de violación y un 8.6% adicional, como otras agresiones sexuales. No obstante, para el año 2022, la cantidad de casos de violencia sexual se redujo a 102 en total; de los que -la mayoría- el 23.5% fue cometido como agresión en menor e incapaz; otro 22.5% se reconoció como violación en menor o incapaz y un 18.63% como estupro.

ContraPunto observa que tanto las cifras que feminicidios como de violencia sexual se redujeron en 2022; en paralelo con las cifras generales de homicidios. El escenario de contexto puede identificarse como la imposición del Régimen de Excepción de Garantías Constitucionales, en razón a la declaración de la Guerra Contra Pandillas, que lleva más de 11 meses de vigencia. La representante de Ormusa, Silvia Juárez, ha reiterado a la prensa la posibilidad de que los delitos de feminicidios y los delitos sexuales se redujeran, sin la presencia de pandilleros, como actores de violencia.

Por otra parte, a las afectaciones que competen la violencia sexual y reproductiva, las organizaciones sociales denuncian la violencia obstétrica, y aquellos embarazos contra la niñez y la adolescencia, que son producto de violación. Por un lado, el Estado ha aprobado la Ley Nacer Nacer con Cariño para un Parto Respetado, que busca, entre otras cosas, la reducción de emergencias obstétricas y la supervivencia del neonato; por el otro, organizaciones sociales exigen la des-penalización del aborto, por causales de salud de la madre, inviabilidad de la vida extrauterina y riesgo de mortalidad de la madre.

El Salvador ya ha sido condenado por la restricción de servicios de atención a la salud, por el caso de Manuela. La víctima perdió la vida en prisión tras complicaciones generadas por una tumoración, producida por un linfoma de Hopkins; su arresto se debió a un aborto espontáneo -tras una complicación obstétrica-, según lo reconoció la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte IDH).

En último término, El Salvador será confrontado en audiencia por una controversia suscitada por la negación de la interrupción del embarazo a una joven conocida como Beatriz, en el año 2013. El hecho responde a un embarazo, que resultaría en la concepción de un nasciturus, con a apenas 5 horas de vida. El diagnóstico previo del feto evidenciaba una ausencia en su estructura cerebral, que imposibilitaba la vida extra-uterina. En la audiencia judicial se debatirá la posibilidad de la interrupción del embarazo.

Contra la Violencia Laboral

La violencia laboral ha incrementado en el último quinquenio. Hasta el año pasado, el número de registros de violencia contra la mujer se cuantificaban en 1,824 casos reportados, que incluyen hechos de violencia laboral. Durante los años 2015-2020, el número de hechos de violencia laboral contra la mujer ya se cuantificaba en al menos 1,233 casos.

Desde la interpretación de la LEIV, la violencia laboral constituye en “acciones u omisiones contra las mujeres, ejercidas en forma repetida y que se mantiene en el tiempo en los centros de trabajo públicos o privados, que constituyan agresiones físicas o psicológicas atentatorias a su integridad, dignidad personal y profesional, que obstaculicen su acceso al empleo, ascenso o estabilidad en el mismo, o que quebranten el derecho a igual salario por igual trabajo”.

Violencia sexual representa el 37% de los casos de violencia laboral contra mujeres, de acuerdo con los últimos reportes de ORMUSA. La discriminación y las humillaciones también han formado parate de las denuncias, en el 57% de los casos reportados.

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Alessia Genoves
Alessia Genoves
Periodista, redactora de ContraPunto. Especialista en temas sociales, económicos y de género. Editora de cultura.
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