El ejército de Irán ha confirmado la muerte de al menos 65 terroristas miembros del Estado Islámico en Siria. La nación árabe atacó con misiles la localidad siria de Deir ez Zor el pasado 18 de junio, una acción que pasará a la historia como el primer uso operacional de misiles de medio alcance efectuado por Teherán desde la guerra con Irak en 1988.
Por su parte, el embajador iraní en Rusia, Mehdi Sanai, aseguró a medios locales que las acciones militares pueden considerarse “una respuesta a los actos terroristas llevados a cabo en Teherán”.
El pasado 8 de junio, yihadistas atacaron el Parlamento iraní y el mausoleo del ayatolá Jomeini. Al menos 13 personas murieron y otras 43 resultaron heridas.
Seis proyectiles fueron lanzados por Irán desde su base aérea de Kermanshah con el objetivo de destruir un centro de mando logístico de los terroristas. Según el informe del ejército iraní, además de las muertes confirmadas, el ataque permitió destruir equipo y armamento.
Sinai aseguró que el ataque “demostró la fuerza y la capacidad militar de Irán” y que su gobierno mantuvo su promesa de responder a los atentados.