En la actualidad existe un intenso debate en El Salvador por el proceso judicial sin precedentes y bastante avanzado en contra de casi una veintena de ex altos jefes militares y presuntos responsables de la llamada Masacre de El Mozote (diciembre de 1981). El proceso está en la etapa de instrucción, pero a punto de pasar a juicio, y de esta etapa, llegaría a sentencia en pocos meses.
Es por ello que Jorge Guzmán, Juez de la causa, del tribunal de la lejana San Francisco Gotera, capital del históricamente olvidado y pobre departamento Morazán, “hombre de armas tomar, aunque apenas se le escucha voz”, determinó que los Archivos Militares debían ser auscultados por peritos en la materia, para que buscaran más datos y argumentos que consolidaran las pruebas contra los acusados.
El debate en la actualidad está al “rojo vivo” dado que, tras la existencia de una orden judicial – previa audiencia de planificación y calendarización de las inspecciones de varias instalaciones castrense, en las que se supone existen archivos que den luces de lo ocurrido en diciembre de 1981 en torno a El Mozote-, el pasado lunes 21 del presente, los soldados y oficiales del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (FFAA), le cerraron el paso al Juez Guzmán y a su comitiva (fiscales, peritos, procuradores de DDHH y abogados de las víctimas). “No hay paso”, dijo un Coronel y punto…
Sin embargo, en este encendido debate entró a relucir un aspecto de importancia histórica: el papel de Washington en aquel hecho que después de 39 años aún lacera a la Humanidad en su conjunto. Y Washington de Ronald Reagan fue el soporte de la FFAA en la contrainsurgencia local y regional, como expresa David Morales, abogado de los familiares sobrevivientes de El Mozote y sus zonas aledañas: “La participación de los Estados Unidos durante la era del presidente Reagan es muy conocida públicamente”.
“En la era de Bill Clinton (1993-2001) se desclasificaron toneladas de documentos de El Salvador… Y hay entidades académicas que siguen logrando información… Es muy claro que tuvieron todo un rol para estandarizar y profesionalizar ejércitos en Latinoamérica, a través de la Escuela de Las Américas, y la cooperación militar, para generar sus estrategias y políticas contrainsurgentes”, añade Morales en el espacio Republica, del Canal 33, conducido por la periodista Wendy Monterrosa.
Y es más contundente al decir que “hay una enorme responsabilidad en EEUU, en la represión y en las violaciones a los Derechos Humanos en El Salvador”.
Papel de Washington en El Mozote
“En el caso concreto de la Masacre del Mozote, hay peritajes especiales que han analizado documentos desclasificados, y otros documentos de origen estadounidense; incluso han explorado la versión de algunos ex-asesores militares de ese momento, en El Salvador”, alega el abogado.
Los peritos han concluido, lo cual consta en el proceso judicial, que el entonces Teniente Coronel Domingo Monterrosa, jefe del Batallón Atlacatl (ejecutor de la masacre) y el Alto Mando de la FFAA de esa época, tenían también vínculos de asesoría externa, aparte de la oficial de EEUU”.
Morales explica que “Monterrosa, al parecer, trataba de impedir la participación de asesores oficiales norteamericanos, pero estimulaba la participación de asesores mercenarios, probablemente porque estaban ejecutaban este tipo de masacres”.
“Hay información de peritos, en el juicio, de que un ex asesor militar del Millgroup, es decir, del Grupo de Asesores oficiales de EEUU, que podría haberse desplazado hacia El Mozote, durante la operación llamada Rescate: la operación en la que se perpetró la masacre, y que habría abandonado el lugar al darse cuenta que se estaba preparando la matanza”, aclaró Morales, quien reconoce que ello es lo que se sabe hasta el momento, por lo que concluye: “Es decir, no se ha encontrado una implicación directa, hasta este momento, en planificación, en supervisión, etcétera…” de lo que ocurrió en El Mozote.
“Después de la masacre se generó fuertes tensiones entre Guillermo García (ex ministro de Defensa), en conjunto con la cúpula militar salvadoreña, con Washington. EEUU, en ese momento, jugó un rol de encubrimiento y de seguir negando la masacre”, afirmó el abogado de las víctimas, quien ha sido parte de Tutela Legar del Arzobispado, ex procurados para la Defensa de los Derechos Humanos; en la actualidad es uno de los líderes de la organización humanitaria CRISTOSAL y abogado querellante de las víctimas de El Mozote.
Morales afirma finalmente: “El entonces embajador Dean Hilton jugó un papel en esto (encubrimiento y negación de la masacre), como ha revelado ya prensa internacional, mintiendo sobre el Informe de Verificación que habría hecho la embajada en ese momento, con tal de seguir consiguiendo los fondos –para la FFAA salvadoreña- del Congreso”.
