Sobre el mesianismo político

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Nayib Bukele es acusado de ser un caudillo mesiánico, en otras palabras, es acusado de presentarse como una especie de mesías o salvador de la población salvadoreña. Que el presidente Nayib Bukele o su gobierno se presente supuestamente como salvador, es algo que es  visto con burla e indignación por parte de la oposición, que lo  ven como una manipulación hacia la población salvadoreña

Tomando como guía a  J. L. Talmon, podemos  decir que, el mesianismo político   son los discursos o doctrinas  político- filosóficas  y los proyectos y acción política  derivados  de dichos discursos o doctrinas, que buscan resolver definitivamente los problemas o males que sufren los humanos en sociedad, construir  el paraíso o la plenitud aquí en la tierra. En el mesianismo político, la  política es vista como una manera de aplicar las  ideas filosóficas políticas  que nos traerán la salvación colectiva. El mesianismo político  también tiene pretensiones científicas.

 El Mesianismo político considera que las personas absorben desde su  nacimiento imperfecciones que nacen de instituciones corruptas e imperfectas, pero que mediante el adoctrinamiento político se puede  perfeccionar al ser humano  y así lograr la salvación colectiva. En otras palabras, el Mesianismo político cree que las personas nacen como páginas en blanco y que son las instituciones sociales las que las corrompen. Pero que  mediante el adoctrinamiento político  se puede purificar al humano para que sea  digno de la nueva sociedad.

El mesianismo político considera que de los oprimidos saldrán los valores de la nueva sociedad, son los elegidos para traer la salvación colectiva, son los moralmente superiores al fuerte o privilegiado.

 El mesianismo político promueve la culpa y el arrepentimiento y la destrucción de los valores de la   sociedad corrupta  e imperfecta,( principalmente  en  aquellos sectores acusados de ser los dominantes) como una de las condiciones necesarias para construir la sociedad perfecta.

El mesianismo político ofrece una sociedad perfecta, encarnación del bien absoluto, que lleva a pensar que los opositores o disidentes han de ser necesariamente malvados o son  la encarnación del mal  absoluto.

El mesianismo político considera que cualquier interpretación diferente  o heterodoxa  de la doctrina político filosófica perfecta, es una grave herejía o tergiversación de la sagrada doctrina que obstaculiza el camino hacia la salvación colectiva.

Durante la Revolución Francesa, el Mesianismo político estaba fuertemente presente en el club de los jacobinos.

Axel Káiser nos dice que, Maximiliano de Robespierre, líder de los jacobinos, era conocido como «el incorruptible», porque  se creía que era puro.  Y que cuando Robespierre decía que “el terror no es más que una justicia pronta severa e inflexible, es por lo tanto una emanación de la virtud”. Lo que estaba  diciendo es que el bien moral, que los  virtuosos como él están persiguiendo para librar a la sociedad de los efectos perniciosos de los malignos, justifica cualquier medio. Axel  Kaiser nos sigue diciendo que  Robespierre estaba convencido que la moral era el objetivo de toda revolución. Eliminar el mal de toda la sociedad

El mesianismo político está muy acentuado en la izquierda clásica e izquierda “Wokista”. En El Salvador, el Mesianismo político estaría presente desde el siglo XIX. Recordemos al general Francisco Morazán y al Capitán General Gerardo Barrios, caudillos que significaron  la encarnación del ideal de una Centroamérica unida   y de las ideas liberales en contra del modelo de sociedad heredado del imperio español.

Durante gran parte del siglo XX y primeras dos décadas del siglo XXI, el mesianismo político ha estado muy presente en nuestro país a través de la izquierda. Durante más de 70 años, la izquierda ha promovido ideas del mesianismo político en nuestra sociedad. Por eso  no es de extrañar que el tono mesiánico, maniqueísta y caudillista del presidente Nayib Bukele, haya tenido gran aceptación en gran parte de la  población salvadoreña.

Gran parte de quienes critican el mesianismo, maniqueísmo y caudillismo del actual gobierno, están a su vez inspirados en ideas del mesianismo político.

Ser críticos con la totalidad de las ideas del mesianismo político, es condición necesaria para tratar de construir una sociedad salvadoreña más justa. Como diría también el  científico Steven Pinker, que  reconocer la naturaleza humana tal y como es de imperfecta, a la luz del actual  conocimiento racional y científico, es un requisito para progresar moralmente, económicamente, científicamente y políticamente.  

En otras palabras, ser críticos con el mesianismo político no es renunciar a buscar una mejor sociedad, sino se trata de ser realista, de reconocer la naturaleza humana tal y como es, de reconocer la incertidumbre y  las limitaciones del conocimiento, y así podremos concebir  ideas más realistas sobre una sociedad mejor.

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Mario Mejía
Mario Mejía
Artista salvadoreño y columnista de ContraPunto.
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