¿Puede haber un juguete sexual sensual? Pues por fin sí. Lo intuyes nada más abrir la elegante cajita en la que viene insertado SILA con sus suaves formas redondeadas como una caracola de mar con esa boquita que parece que está pronunciando una O.
SILA proporciona un placer dedicado, delicado, de esos que van poco a poco abarcándote el oremus en olitas, hasta que te olvidas de que estás apretando un aparato redondo y plano que se acopla estratégicamente entre las piernas (para permitirte ocupar las manos en otras zonas erógenas) y llega la gran oleada. Que dura alargando el orgasmo hasta tiempos récord que no sospecharías jamás.
Es tan fino, tan considerado con tus propios ritmos, los cuales puedes ir marcando con el movimiento de las caderas y la presión de tus piernas, aparte de regular los botones con más o menos intensidad, que aboca indefectiblemente al multiorgasmo. Es decir, que tienes un orgasmo y, como no es nada invasivo ni precipitado, ya te está entrando el siguiente, así, con dedicación a tu propio cuerpo, sin nada ni nadie que te apure.
Coincide con esta sensación Valérie Tasso, sexóloga y embajadora de LELO: “los orgasmos no deben representar una carrera hacia la meta. Vivimos en la era de la inmediatez, que nos hace querer todo para ya, incluso en lo sexual. Por ello, y a través del estimulador de clítoris SILA, damos paso a la era del slow sex”
Lo cierto es que, pensándolo en caliente o en frío, si ya es absurdo correr en busca del orgasmo estando con una pareja con la cual podrías regodearte en cada ángulo del cuerpo, el colmo es masturbarte con prisas por alcanzar el clímax en vez de tomarte todo el tiempo del mundo para recrearte en ti misma.
Incide en esta idea la escritora Elvira Sastre: “estamos en un momento maravilloso de libertad sexual individual y juguetes como SILA nos permiten avanzar en el descubrimiento del placer propio de una manera mucho más profunda”, incluso para las que todavía tenían ciertas reservas hacia los succionadores.
Porque este toy tan aterciopelado de silicona premium es otro concepto que invita a explorar las ilimitadas posibilidades del placer a través de sus diferentes vibraciones cortas, largas, progresivas o combinaciones de todas ellas, según te vaya apeteciendo subir o bajar la intensidad en cada momento, ad libitum.
El truco radica en que sus ondas sónicas ofrecen una estimulación del clítoris sin necesidad de hacer contacto directo, pero es como si lo quisieran devorar unos labios carnosos, juguetones y jugosos, además de incansables. Puedo prometer y prometo que, si además lo complementas con un juguete de penetración anal, vaginal o doble, vas a salir disparada a la estratosfera.
Varios usos más allá del clítoris
Así que imagino que tiene que ser muy útil para alegrar el coito más convencional en pareja y para los jueguecitos más atrevidos entre los amantes más expeditivos. Coincido, previa experiencia, con otras tres recomendaciones para disfrutar a solas de Valerie Taso, que ha comprobado que el maestro del slow sex permite otros usos alternativos y muy creativos, como el de estimular los pezones hasta el orgasmo, que es posible, creednos, según confirma el libro La ciencia del orgasmo, de los científicos Beverly Whipple, Barry R. Komisaruk y Carlos Beyer-Flores, porque conectan con la misma zona del cerebro donde se produce el orgasmo clitorial.
También concuerdo en que “puedes usar SILA para estimular la punta de la lengua o los labios y disfrutar de sus vibraciones internas” para aprovechar todas las capilaridades de la boca. Por no hablar de la sensibilidad de los pies: si normalmente te gusta que les dediquen tiempo y saliva, ¡prueba sola y gozarás!
SILA está disponible en rosa, lila y aqua, es sumergible y resistente al agua, con lo cual se limpia bien y rápido con agua tibia y jabón, se camufla en su funda para poder llevarlo de viaje en el propio bolso con su correspondiente cargador USB y puedes comprarlo ya a través de la web de LELO .
