Ante la alta tasa de criminalidad que aún se vive en el país, el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde aseguró que en 2017 el Gobierno intensificará la operatividad policial y la ejecución de programas antiviolencia.
“Uno de los retos más importantes es lograr mantener la reducción de delitos y mejorar esas estadísticas, desarrollar una operatividad convincente para darle tratamiento a otras problemáticas que afectan la seguridad, por ejemplo, la extorsión”, dijo el ministro.
En 2015 El Salvador sustentó una tasa de 104 homicidios por cada cien mil habitantes, la cual, en 2016, mediante medidas extraordinarias para combatir la criminalidad, se redujo a 87.96, según la fórmula matemática para calcular tasas poblacionales.
Ramírez Landaverde dijo que dicha reducción es importante debido a los niveles de violencia que se registraron el primer trimestre de 2016, año que finalizó con 5.278 asesinatos, en su mayoría, hombres.
De los desafíos para el nuevo año el funcionario dijo que se intensificará el control territorial, los programas de prevención, el fortalecimiento de la Policía Nacional Civil (PNC) y la ampliación de la infraestructura penitenciara para reducir el hacinamiento.
“Vamos a dar un saldo de calidad y ampliaremos la capacidad para ir dando un tratamiento más efectivo a la problemática delincuencial. Vamos a ejecutar 16 planes municipales más de prevención de violencia de acuerdo al Plan El Salvador Seguro”, sostuvo el funcionario.
El ministro anunció que el gabinete de Seguridad ha presentado al presidente Salvador Sánchez Cerén una iniciativa para crear una ley que permita un sistema nacional de prevención que involucre al Gobierno y municipalidades.
“La estrategia principal se basó en primordialmente en la fuerza, en la aplicación de la ley penal, sin descuidar esto, empezaremos a atacar otros factores de riesgo a través de la prevención, empleo y educación a los jóvenes en riesgo”, dijo Ramírez Landaverde.