En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora cada 9 de agosto, la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) y la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios en Sonsonate (Mesutso) denunciaron algunos casos que atentan contra los pueblos originarios.
Entre ellos se encuentra, la destrucción parcial del sitio arqueológico Tacushcalco (en náhuat) y la contaminación del río Ceniza, en Sonsonate, por parte de una empresa inmobiliaria.
También, les preocupa la amenaza latente de la instalación de una octava hidroeléctrica en el Sensunapán. Según las organizaciones, esto “dañaría de manera irreversible el río sagrado, los lugares de memoria, ceremonia y paraje de las comunidades originarias”.
En ese sentido, a través de un comunicado señalaron al Estado salvadoreño “de privilegiar intereses de sectores de poder económico”, en detrimento del patrimonio material e inmaterial, histórico y cultural de las comunidades indígenas y de El Salvador en general.
Ante esta situación, los Pueblos Indígenas, organizaciones ambientalistas y de derechos humanos demandan: la protección permanente del río Sensunapán, como territorio que alberga lugares encantados, de memoria y ceremoniales para los pueblos originarios.
Además, piden el respeto a las formas de vida indígena, territorio y patrimonio cultural a través de la implementación de políticas públicas que garanticen los derechos de estas comunidades.
“En lugar de alentar prácticas extractivistas, que mercantilizan la naturaleza y perjudican gravemente el territorio, demandamos acciones concretas que dignifiquen la vida”, agrega el comunicado.
De igual manera, demandan la garantía y compromiso real para la eliminación de las violencias hacia las mujeres indígenas que sufren múltiples discriminaciones, afectaciones de carácter económico, patrimonial, sociocultural, producto de razones étnicas y de género.