Cómo funciona el multiculturalismo y la posverdad
Política
Las reivindicaciones estructurales de los movimientos sociales siguen remitiéndose a la totalidad de la clase social. Son reivindicaciones de clase que privilegian la economía por encima de la cultura porque aquélla condiciona a ésta en última instancia, a pesar de la autonomía relativa de los desarrollos culturales. La conformación clasista de la sociedad determina que la política sea la disputa del poder como expresión de la lucha de clases. Así, las reivindicaciones grupales específicas adquieren una dimensión universal al formar parte de una lucha contra la totalidad del poder constituido como clase. Este poder suele ceder ante reivindicaciones específicas, pero no ante la reivindicación estratégica, universal, de clase.
Pospolítica
La atención que el poder le presta a las reivindicaciones específicas viene en forma de gestión administrativa de los problemas sociales. Con ello borra del imaginario colectivo la dimensión universal, clasista, de las reivindicaciones específicas, pues la supuesta solución de éstas queda en manos de “expertos” que enfocan los problemas sociales como meramente técnicos, y les dan soluciones técnicas que aseguran que estas reivindicaciones sigan existiendo sólo como “quejas” de grupos atomizados que ven la solución de sus conflictos culturales a largo plazo. A este giro neoliberal posmoderno del concepto moderno de política se le llama pospolítica. Y su función primordial es la de desactivar la dimensión universal, de clase, de las reivindicaciones de los movimientos sociales, con lo cual desactiva la lucha política y la sustituye por un simulacro de la misma en la que algo cambia para que todo siga igual.
Multiculturalismo
El multiculturalismo es el vehículo encargado de desplazar el enfoque estructural de las reivindicaciones populares hacia uno culturalista, haciendo de la cultura y las ideologías las “causas” de los problemas estructurales (como en el caso de la “lucha contra la corrupción”). Este desplazamiento de lo estructural a lo supraestructural como “causa” de los problemas sociales es una distorsión intencionada de la verdad: una posverdad.
Posverdad
La posverdad es la manipulación deliberada de emociones y creencias para lograr opiniones colectivas determinadas. Sustituye intencionalmente el hecho ―¬la verdad―¬ por la manera como se lo ve desde creencias y culturas, y así da la “noticia”. Más allá (pos) de la verdad, privilegia la opinión sobre el análisis apelando a la emocionalidad de un sujeto “educado” en la pospolítica y las falsas noticias. Su reino son las redes sociales.
A la pospolítica, el multiculturalismo y la posverdad las financia y propaga la cooperación internacional. Los neoliberales y ciertos exaltados “de izquierda” le llaman a este bonito combo: “nueva política”.