Durante un acto multitudinario celebrado en la Plaza Gerardo Barrios, de San Salvador, Nayib Bukele fue juramentado como nuevo presidente de El Salvador por los próximos cinco años, sustituyendo en el cargo a Salvador Sánchez Cerén.
El nombramiento se produjo frente a la fachada del Palacio Nacional y estuvo a cargo del presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, quien además le entregó la banda presidencial.
Luego del nombramiento de Bukele, el turno fue para Félix Ullóa, como vicepresidente de la República.
Los analistas coinciden en que Bukele marcará un antes y un después en la política salvadoreña, ya que no sólo es el presidente más joven en la historia del país (37 años), sino que además ha marcado el cierre de 30 años de Gobierno de los dos bandos que protagonizaron la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, ya que no está ligado a ninguna de las dos partes que estuvieron involucrados en el conflicto armado que sacudió al país en la década de 1980.
"Son la razón de ser de esa promesa, son la razón de ser de que estemos acá el día de hoy. Ustedes lograron lo que decían que era imposible, en las calles, con cada voto (“¦) con la ayuda de Dios nuestro país va a salir adelante, ese es el juramento que vine a hacer hoy, nadie se interpondrá entre Dios y su pueblo”, expresó Bukele en sus primeras palabras hacia la nación como nuevo titular del Ejecutivo.
Previo a su nombramiento, Bukele dio a conocer ocho nombres de las funcionarias que estarán al frente de las carteras de Educación, Salud, Cultura, Turismo, Relaciones Exteriores, Vivienda, Desarrollo Territorial y la embajadora ante las Naciones Unidas.