Las comisiones de coordinación de Cancillería y el nuevo Gobierno se reunieron, este jueves, a puerta cerrada con la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa para avanzar en los detalles de organización de la ceremonia del primero de junio.
Nayib Bukele, quien envió a sus representantes, afirmó nuevamente que el acto se realizará en la Plaza Gerardo Barrios, tal como lo solicitó el lunes ante la Junta Directiva. En Twitter detalló que la población tendrá acceso al evento y que ha pedido que no se gaste más del presupuesto designado en la toma de posesión de Salvador Sánchez Cerén, la cual rondó los $900 mil dólares.
Sin embargo, Francisco Merino, de la comisión de traspaso del presidente electo, manifestó que aún no existe una confirmación oficial del órgano Legislativo, pero que existe voluntad por parte de los equipos de trabajo de la Asamblea y Cancillería para formalizar esta decisión. La ceremonía se estaría realizando en la Plaza Barrios, a las 9:00 de la mañana.
Entre los avances en materia de protocolo y logística, abordaron el tema de transmisión del evento, que dada su magnitud, el ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Castaneda, dijo que la comisión encargada trabajará sin descanso hasta el día del evento para garantizar la transmisión del mismo en el exterior.
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Según Cancillería, son 142 los países con el que El Salvador tiene relaciones diplomáticas y a los cuales prevén invitar para que asistan a la toma de posesión. Merino indicó que Bukele tuvo una reunión con el Cuerpo Diplomático, el martes, y que él mismo había hecho la entrega de las invitaciones del evento.
La próxima reunión será el lunes 15 de abril por la mañana en Cancillería para continuar con los preparativos. En ella estarán presentes nuevamente los representantes del Ejecutivo, Legislativo y el nuevo Gobierno.
Confrontación de poderes
De acuerdo con el politólogo y catedrático de Ciencias Políticas de la UCA, Álvaro Artiga, la falta de coordinación para la toma de posesión del nuevo Gobierno obedece a cierta tensión que existe entre los actores involucrados, es decir, un presidente electo, un partido de Gobierno que abandona el mandato y una Asamblea conformada por los partidos que perdieron las elecciones presidenciales, sumados a que son oposición.
Artiga manifiesta que el actuar del nuevo Presidente, hasta cierto punto, es entendible porque quiere diferenciarse ante una nueva forma de hacer política.
“Creo que se nos pre-anuncia una Presidencia cuyas relaciones con otros autores no van a ser necesariamente armoniozas, puede llegar a momentos de tensión. Yo creo que eso en parte va a estar alimentado por la necesidad del Presidente de contar -a partir de 2021- con una bancada legislativa propia”¦ Entonces necesita elementos de coyuntura que favorezca la construcción y el desarrollo del partido Nuevas Ideas”, explicó Artiga.
Consideró que mientras Bukele no tenga otros recursos institucionales se va apoyar en la opinión pública.