Sí, debo admitirlo, Nayib Bukele es presidente por parte de la Gran Alianza por la Unidad Nacional, es algo que todos saben, pero que otros no pueden admitir, al final, a mí no me importa. Un punto importante es que ningún presidente te dará nada porque lo defiendas, es como en el caso de Dios, hay gente que lo defiende a capa y espada como si Él no fuera capaz de enviar un diluvio, pero hablemos de chistes y otros asuntos sobre la presidencia que iniciará el 1 de junio de 2019.
Bukele es el presidente más joven que ha llegado al cargo, apenas 37 años y un pasado político exitoso. Nuevo Cuscatlán y San Salvador fueron testigos mudos de su trabajo y por más que queramos mencionar que es un partido político distinto, históricamente, no es así. La Gran Alianza por la Unidad Nacional viene de la Alianza Republicana Nacionalista y esta a su vez del Partido de Conciliación Nacional, que estaba en contra del Partido Demócrata Cristiano.
Ahora, tenemos a otro de derecha, pero que no está afiliado a la derecha; algo así como el reto de los 10 años antes de la política salvadoreña. Por su trabajo como alcalde, tiene mucha experiencia, aunque Hugo tiene experiencia, “necesitamos a alguien más joven para sentirnos identificados”. [Empaticé con él, pero no simpatizaba en su línea porque sus seguidores son demasiado tóxicos].
Por más que el “Plan de Gobierno” sea el “CRTL + C” y “CTRL + V”, debo reconocer que en materia de diseño no me gustó, pero que está lo suficientemente entendible para todo aquel que lo lea. Pero debemos entender algo más, la historia no la hará él, los salvadoreños no hemos hecho historia, los salvadoreños hemos comenzado a repetir nuestra historia, sin embargo, el bucle lo podemos editar. El elegido está apegado a las redes sociales, si no estamos de acuerdo con él, podemos decirle, puede ser que él lo lea.
Como salvadoreños nuestra misión es mantener bien a El Salvador, no es porque el candidato “traiga camellos”, “permita siete mujeres” o “legalice los burkas”, es porque cada uno de nosotros debemos hacer algo por este país en el que vivimos. Lo que puede hacer el presidente es promulgar leyes, pero está en cada uno de nosotros cumplirlas a totalidad, si los salvadoreños actuáramos correctamente no sería necesario que nos prometieran un organismo internacional que se encargue de vigilar a los políticos nacionales.
Desde la perspectiva de muchos seguidores de Bukele, los salvadoreños ya no recibimos atol con el dedo, no obstante, hasta la fecha vivimos atados a un ente norteamericano al que llamamos “sueño” y que cuya moneda ocupamos para uso comercial. Primero aprendamos a no depender de otro país y luego hablemos de “hacer historia”, repito, la historia no está en las urnas, se mantiene en lo hacemos, decimos y pensamos.
