El presidente de la Asamblea Legislativa y diputado del partido GANA, Guillermo Gallegos, reconoció este viernes los esfuerzos que el Gobierno está realizando en materia de seguridad para el combate y prevención de la violencia y el crimen. Sin embargo, aseguró que todavía queda mucho por hacer.
El parlamentario reconoció el trabajo que las autoridades de seguridad están realizando para disminuir los niveles de violencia y criminalidad. “Decir que la gente se siente más segura en el país, creo que no es así; que se está haciendo un esfuerzo importante en seguridad, sí lo creo“.
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“Que sea un país más seguro, eso hay que analizarlo“, dijo refiriéndose al discurso que este jueves diera el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén. “La gente todavía siente temor, no se siente segura, no obstante le esfuerzo extraordinario que vale la pena mencionar de la Policía, el Ejército y la Fiscalía [“¦]. Pero todavía no se respira ese aire de seguridad que deberíamos de tener”, acotó.
El parlamentario ha insistido en diversas ocasiones que para complementar las estrategias de seguridad actuales, debe integrarse a estas iniciativas que permitan a la ciudadanía una mayor participación.
“Para mí es importante, el eslabón que puede cerrar todo este esfuerzo es que se le permita al ciudadano poderse organizar para poder formar defensas u organizaciones comunales para ejercer un mínimo de defensa preventiva”, explicó.
Gallegos asegura que la razón por la que algunas comunidades de Chalatenango no han sido invadidas por las pandillas es porque la ciudadanía se ha organizado para combatirlas.
“Estas organizaciones no andan persiguiendo mareros o asesinando mareros; únicamente forman barreras de protección alrededor de sus municipios“, explicó.
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Para el parlamentario, el principal problema de El Salvador radica principalmente en las pandillas. “La peste que tenemos, que son las maras o pandillas, son las que se han encargado de destruir la seguridad y el bienestar de nuestro país“, añadió.
Gallegos aseguró que la creación de espacios y programas preventivos ayudan al país, pero que el problema radica en cuando las autoridades salen de las comunidades. “Está bien hacer parques, canchas y tantos espacios de prevención; pero el problema aquí es que se crea una cancha y de repente los mareros se apropiaron de ella. Y ahí ya nadie va a jugar, si no es que los mareros están jugando o no autorizan que llegue otra gente”, cuestionó.
El diputado pidió al resto de políticos mayor voluntad para brindar mecanismos legales a la población y favorecer su organización y defensa.
