Estados Unidos suspendió este viernes indefinidamente la emisión de visados a cubanos desde su embajada en La Habana, y pidió a los estadounidenses que no viajen a Cuba, al asegurar que no puede garantizar su seguridad tras los "ataques" sufridos por al menos 21 estadounidenses destinados en la isla.
"Las operaciones rutinarias de visado se suspenden de forma indefinida" en la embajada estadounidense en La Habana, declaró a periodistas un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
Además, el Gobierno estadounidense anunció su decisión de retirar a "más de la mitad" del personal de su embajada en La Habana, a raíz de "ataques específicos".
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EEUU y el Gobierno cubano están investigando unas supuestas agresiones "acústicas", que según el Departamento de Estado tuvieron lugar en Cuba a finales de 2016 y dejaron con sordera a varios funcionarios estadounidenses y canadienses.
Washington no ha detallado la naturaleza de los ataques y no ha querido confirmar las informaciones que apuntan a que los diplomáticos fueron víctimas de unos "dispositivos de sonido" que les hicieron perder capacidad auditiva.
Medios estadounidenses informaron que los afectados fueron más de diez diplomáticos estadounidenses y sus familiares, y otros cinco canadienses.
Según la prensa, dos diplomáticos que fueron tratados en Estados Unidos "sufrieron daños a largo plazo, incluida la pérdida de audición como resultado de los ataques, y no pudieron volver a Cuba", mientras que otros decidieron abandonar la isla.