domingo, 6 octubre 2024
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El viejo orden mundial enfrenta al 45o presidente de EEUU

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Segunda parte
Primera parte

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Lo normal deja de serlo.

Tras una derrota electoral presidencial en los EE.UU., la actuación usual de un candidato presidencial perdedor es que él vuelva a sus quehaceres, dejando la palestra polí­tica al presidente electo por el pueblo.

Lo que sucede en los EE. UU., finalizado el reciente evento electoral resulta ser algo más que una simple elección presidencial.

Y por esta razón la candidata perdedora Hillary Clinton, el CND (Comité Nacional Demócrata), senadores y congresistas demócratas, la prensa que le aseguraba la victoria, los corruptos funcionarios públicos a su servicio y la élite que los dirige pierden el puesto desde donde influencian al mundial y dirigen el destino de paí­s.

No les es posible aceptar la derrota por lo cual deciden continuar con el fracasado plan de desprestigio que iniciaron en contra del ahora electo presidente, durante la campaña.

Pero esta vez el tiempo es limitado, pues su gente en el gobierno va a ser reemplazada, el poder, la inteligencia, los miembros del sistema judicial, estará bajo órdenes de la nueva administración.

Deben actuar deprisa, deben acelerar campañas de desprestigio e iniciadas y reforzarlas preguntando la legitimación de su elección, obstaculizar sus acciones en las cámaras del congreso y el senado e incluso sectores buscan condiciones que les permita destituir al recién electo Donald J. Trump.

Debemos entender entonces que en esta elección, en los EE. UU., se encontraba en juego únicamente la elección de un presidente, si no, que se le poní­a fin al rumbo polí­tico al que la humanidad era dirigida.

La globalización.

El golpe de timón dado es brutal, inesperado.

Me aventuro a especular que esta victoria no fue obra de la casualidad. Fue la implementación de un plan perfectamente diseñado, con el objetivo claro de evitar el manejo colectivo de los pueblos de planeta por el 1 % de la población.

Se ven sorprendidos y no están preparados para reaccionar ante lo que no era posible que sucediera. Han dejado demasiados cabos sueltos que van a ser dados a conocer, su derrota total es cuestión de tiempo y procesos judiciales.

Sustituir el viejo sistema de gobierno es una tarea enorme, hay restablecer relaciones internacionales y celebrar nuevos acuerdos comerciales en el mundo, esperar cambios de gobiernos alineados a la vieja estructura, esto y más es necesario.

El viejo orden mundial sorprendido reacciona tardí­amente, las pruebas en su contra se acumulan a medida se consolida el nuevo gobierno.

Acciones que no considero casualidades como la firma el 21 de diciembre del 2017 del decreto ejecutivo de emergencia nacional. Tiene consecuencias y alcance profundo en las estructuras globales del viejo orden mundial y como consecuencia de esto, suicidios, asesinatos, renuncias de CEO´s, altos funcionarios de gobierno, anuncios de varios que no buscaran reelección son conocidos después de emitido este decreto.

Pedofilia, tráfico humano y corrupción sistemática en el planeta, se establecen en el decreto el que incluye una larga lista de empresas y personas a quienes sus bienes serán congelados.

Un mes antes la captura de 11 prí­ncipes en Arabia Saudí­ se da, pocos consideran que estos acontecimientos estén relacionados, pero el común denominador es la riqueza excesiva de los involucrados.

El gobierno electo por el pueblo norte americano, el 7 de julio del 2018, aún se encuentra en transición, debido a que más de un centenar de funcionarios nombrados por el presidente electo, aún no han sido aprobados por el senado debido a la obstrucción del partido demócrata, la que ha sido consistente oponiéndose a todo lo que la nueva administración propone.

Entre las acciones desesperadas que llevan a cabo, previó a ser removidos de sus cargos los funcionarios del gobierno de Hussein Obama, en contra del presidente electo con el objetivo de hacer fracasar su gestión se concentran principalmente en el sector inteligencia y judicial.

Considero que conocer la condición en la que el nuevo presidente toma posesión de su cargo es importante para tener una visión de lo que él puede o no hacer.

Los puestos en el gobierno incluyen burócratas del poder ejecutivo y otras dependencias de gobierno, todas de encuentran ocupadas por personal nombrado por el gobierno anterior y al servicio de la élite que los ha dirigido por varias administraciones, quienes ahora ven horrorizados la derrota presidencial y la perdida de sus trabajos a mediano plazo.

Entre este personal en funciones se encuentra el de la Casa Blanca (de casa presidencial), Departamento de Justicia (DOJ), Agencias de Inteligencia, Secretarias de Estado (ministros) y personal de las secretarias o ministerios. La mayorí­a alineados en contra del recién electo presidente.

Muchos de los nuevos nombramientos que hará el presidente deben ser aprobados por el senado, en donde el partido demócrata tiene la agenda especí­fica de obstaculizar los nominados por el presidente electo.

Resumiendo, el presidente electo inicia su trabajo con un equipo casi totalmente ajeno a sus intereses, con miembros demócratas en el senado y el congreso dispuestos a obstaculizaran nombramientos, plan de gobierno, nuevas leyes, además, el presidente deberá enfrentar a la prensa financiada por viejo orden mundial totalmente en su contra y a esto debemos sumar organizaciones, ONG, e instituciones llamadas liberales financiadas por los derrotados, que se suman a desestabilizar las acciones del recién electo gobierno. No hemos mencionado a la MS 13, los carteles de las drogas, etc.

Empezaremos por el DOJ (departamento de justicia)

La directora Loretta Lynch, se despide el dí­a 17 de julio 2017, cuatro dí­as antes de la llegada a la Casa Blanca del presidente recién electo.

Sally Yates, la subdirectora que a cargo del departamento de justicia.

Ambas han participado y exonerado de cargos a Hillary Clinton de tener instalado en su casa un servidor que violando la seguridad del estado cuando ella fungí­a como Secretaria de Estado.

El Buró Federal de Investigación (FBI), es dirigido entonces por James Comey quien exonera a la señora Clinton, ahora comprobado antes de tomarle declaración en el caso mencionado, otorga inmunidad al personal del comité nacional demócrata, miembros del departamento de estado durante la gestión de Hillary Clinton y miembros del comité de campaña y no se les procesa por destruir con martillos los teléfonos y tampoco por borrar el contenido del disco duro del servidor que se encontraba en la residencia de la secretaria de estado. BleachBit fue el programa utilizado para borrar más de 30,000 emails, otra violación a la ley que el director de FBI no consideró como pruebas.

Además, el director del FBI únicamente presentar las pruebas de las investigaciones del personal a su cargo, para que el DOJ analice las pruebas y tome la decisión de condenar o no en este caso a la exsecretarí­a de estado. Pero él viola la ley al ser quien declara a la prensa que el departamento de justicia, tomando como base a las investigaciones realizadas, no encontrará causa para condenar a la señora Clinton.

Si recuerdan este veredicto se da antes de la celebración de la nominación demócrata, lo que permite a la sospechosa a participar y hacer fraude resultando electa candidata presidencial demócrata.

El presidente tiene por ley la facultad de nombrar al nuevo DOJ (fiscal general) y al nuevo director de FBI el que lleva adelante las investigaciones para el fiscal general.

El presidente nomina al senador Jeff Sessions en noviembre del 2016 y es aprobado hasta febrero del 2017, únicamente con los votos de los republicanos.

Permanece en funciones el director del FBI James Comey quien a su vez mantiene en sus puestos a sus viejos y fieles colaboradores involucrados en exoneración de la derrotada candidata Clinton.

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Ernesto Panamá
Ernesto Panamá
Columnista de ContraPunto, Escritor salvadoreño; Máster en Edición, con 13 obras publicadas

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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