Por Carlos F. Imendía
Cuando Hernán Cortés comienza su travesía desde el punto geográfico a dónde habían llegado él y su armada, después de Cuba y Cozumel. Con la mirada puesta en Moctezuma y la gran Tenochtitlan, se fue encontrando caciques y aldeas de indígenas que le ponían quejas sobre el trato que daba el más grande imperio de Mesoamérica, hasta cierto punto opresor. Ese fue el escenario político – social encontrado por Cortes en el siglo XVI y en su avance a la gran metrópoli Tenochtitlan, el imperio azteca.
Uno de los mejores libros leídos por mi persona este 2022 es la obra del historiador salvadoreño Don Pedro Escalante Arce: Los Tlaxcaltecas en Centroamérica. Sin duda la importancia de los denominados indios auxiliares para la conquista de México y Centroamérica fue predominante y esencial, tuvieron a suerte los peninsulares de encontrarse pueblos enardecidos con los imperios como el Azteca, y que lucharían junto a ellos en su avanzada de conquista y colonización y la instauración de virreinatos como el de la Nueva España y el reino de Goatemala. En el apreciable y valioso trabajo del Dr. Escalante Arce (Uno de sus tantos aportes a la historia y la cultura centroamericana) habla sobre el asentamiento de estos indios auxiliares tlaxcaltecas en nuestro territorio, específicamente el más conocido como Mejicanos o Mexicanos , específicamente al norponiente de la capital salvadoreña y fundado en 1545 por estos escuderos tlaxcaltecas. Así también otros barrios fundados por estos indios en Sonsonate y San Miguel de la Frontera.
Una vez se entra en el período de pacificación en la conquista, la colonia y donde va a surgir el nuevo pueblo centroamericano mestizo, se van dando varias exigencias de estos pueblos descendientes de los auxiliares y tlaxcaltecas, donde demandan privilegios casi como el de los mismos conquistadores, a ellos se les libera del pago de tributo y de trabajos extenuantes, a pesar de eso algunas autoridades los ven con inferioridad y exigen hagan trabajos duros como dar pasto a caballos y ganado, construcción, oficios, labores agrícolas, etc. Pero están protegidos por las mismas Leyes que rigen el nuevo mundo, el mismo Rey y Reina y las órdenes religiosas, los eximen de la esclavitud.
Es ahí donde se asienta el denominado Síndrome de Tlaxcala en la nueva cultura , en el que con propiedad estos descendientes de los indios conquistadores exigen derechos se ponen de tú a tú con la sociedad. López de Cerrato a cargo de la Audiencia de los Confines se dice es respaldado por De Las Casas y fomenta la protección y evita el abuso de los servicios personales de estos auxiliares. Con el tiempo esto dio paso a fomentar la haraganería y la inclinación al vicio y juego en algunas localidades, como lo denunció en el S.XVIII el Obispo Pedro Cortez y Larraz, donde predominaba más orgullo y altanería; arraigando pésimas cualidades en nuestra cultura que darían paso a la corrupción y la sagacidad en sentido negativo.