La obra de Roque todavía goza de buena salud, parece ser una obra siempre joven que cada cierto tiempo es re-descubierta por nuevas generaciones
En el 2001 la extinta Concultura publicó una plaquette de pequeños ensayos sobre Roque Dalton: El poeta goza de buena salud, así se llamó esa publicación en la que aparecimos Ricardo Roque Baldovinos, Luis Alvarenga y yo, entre otros. El título de la plaquette es sugerente porque, en ese momento, era reflejo del momento que pasaba la poesía de Roque Dalton entre lectores, poetas de varias generaciones y cierta parte de la crítica literaria. Habían pasado veintiséis años del asesinato de Dalton y, sin embargo, su poesía se seguía leyendo por jóvenes, poetas con trayectoria, militantes y ciudadanía en general.
Años atrás había sido publicada la antología En la humedad del secreto, con un riguroso y arqueológico prólogo de Rafael Lara Martínez; en el año 2005 la Revista Cultura le dedicó un número especial a Dalton y paralelamente se publicó el primer tomo de su Poesía Completa. Eran años de re-descubrimiento del poeta Dalton, y digo re-descubrimiento porque hasta ese entonces, los libros que más circulaban de Dalton eran Taberna y otros lugares, Las historias del Pulgarcito, Un libro levemente odioso, y Pobrecito poeta que era yo, casi todos de UCA Editores, pero libros como Los pequeños infiernos, El turno del ofendido, El mar, y Los testimonios eran de difícil acceso y no fue sino hasta después que surgieron como publicaciones individuales.
Como señalé en el párrafo anterior, Concultura publicó una edición especial sobre Dalton en Cultura, en dicho número aparecen artículos y comentarios de Claribel Alegría, Luis Alvarenga, Rafael Lara Martínez y Rafael Menjívar Ochoa, entre otros. Paradoja de paradojas, pero ha sido en los gobiernos de derecha cuando más se ha rescatado la obra de Roque Dalton, pues a pesar de algunas críticas que en esos momentos recibió su obra, ante todo prevalecía la necesidad de rescatar su poesía y de mostrarla al mundo.
En los años sucesivos, diferentes reediciones de su «poesía completa» y de sus libros individuales se publicaban tanto a nivel nacional como a nivel internacional. En los últimos años, a pesar de que ya son 43 años de su impune asesinato, el interés por la obra de Roque sigue inalterable. En Festivales Internacionales de Poesía, en revistas extranjeras, en periódicos, en editoriales nacionales y extranjeras, en redes sociales, y en términos generales en cualquier vía o medio de comunicación, la palabra de Roque es difundida. Por ejemplo, el Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, del año 2016 fue dedicado a Dalton, y uno de los poetas más entusiastas en la reivindicación de Roque y del esclarecimiento de su asesinato, fue el poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez (Premio Fundación Loewe 2015); y así como este poeta, en todos los escenarios internacionales el nombre de Roque es el primer referente de la poesía salvadoreña. Para el mismo festival, tuve el gusto de compartir mesa con Luis Alvarenga, Manlio Argueta y Ario Salazar para conversar sobre Roque, y para ello consulté a varios poetas jóvenes sobre la visión que ellos tienen sobre la obra de Dalton, el resultado era el esperado: se ha leído a Dalton, pero a lo mejor no toda su obra. Muy a pesar de que a nivel local poetas posteriores a Dalton ejerzan influencia directa sobre las nuevas generaciones, la obra de Roque sigue tan vigente como hace quince o veinte años.
Más allá de una declarada falta de lectura de la obra completa de Roque, lo cierto es que su poesía sigue siendo difundida y respetada internacionalmente. Mucha de su poesía está acorde al tiempo en que se escribió, pero la poesía de calidad es atemporal y sobrepasa cualquier barrera, y es por eso que gran parte de sus poemas bien pueden reflejar muchas de las situaciones políticas que los países de Centroamérica viven en la actualidad. La dictadura y represión de los gobiernos de Honduras y Nicaragua, la corrupción en Guatemala, la decepción de los gobiernos de izquierda en El Salvador, son solo ejemplos de realidades similares que se vivieron hace muchos años y que Roque las plasmó en sus textos, y es por eso que la poesía de Roque siempre rejuvenece cada cierto tiempo: porque no tenemos memoria y solemos repetir los mismos errores del pasado. Por su parte, la poesía amorosa y surrealista de Roque es aún más atemporal, prueba de ello son las recientes publicaciones temáticas de su obra, de las cuales ya se editó un libro dedicado exclusivamente a su poesía amorosa.
Así pues, a pesar de los pesares, la obra de Roque todavía goza de buena salud, parece ser una obra siempre joven que cada cierto tiempo es re-descubierta por nuevas generaciones. En definitiva, los libros publicados en los últimos años sobre su obra (Las brújulas de Roque Dalton, de Luis Melgar Brizuela, y Roque Dalton: la radicalización de las vanguardias, de Luis Alvarenga), son los mejores esfuerzos en la profundización crítica de su obra, y son las bases sobre las cuales se puede seguir profundizando en las diferentes facetas o etapas de su poesía, de manera tal que Roque tiene asegurada una segunda juventud: la juventud de su obra siempre eterna.