En el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños a celebrarse el domingo 23 de septiembre, miembros de la organización internacional EDUCO, reportaron este viernes que, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), en los primeros seis meses del 2018 se recibieron 2,060 denuncias por violencia sexual, es decir, 11 denuncias cada día.
Esta ONG internacional afirma que en las denuncias reportadas se incluye: agresión sexual, estupro, violación y violación en menor e incapaz, este último el más denunciado, 43.44% casi la mitad del total. Los datos registran que la mayor cantidad de agresiones se dan en niñas y adolescentes, el 94.61%, el resto 5.39% son del sexo masculino. Es preocupante que el 78.54% son niñas y adolescentes menores de 17 años.
Afirma además que, según cifras del Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (CONNA), de enero a diciembre 2017, el total de presuntas víctimas de integridad sexual reportadas a las Juntas de Protección ascendió a 2,413 personas; el 91.63% fueron niñas y adolescentes mujeres y el 5.30% niños y adolescentes hombres. Así mismo destaca que la mayor cantidad de los casos se registran en los departamentos de Santa Ana, Morazán y San Salvador.
La directora de país de EDUCO, Alicia Ávila, explica que la explotación sexual es una realidad que miles de niños, niñas y adolescentes viven cada día. Sufren de manera cuotidiana violencia física y psicológica, tanto por parte de los que “compran” sus servicios como de los que los ofrecen como si fueran un objeto.
“Vivir con la presencia constante de amenazas y coacciones les genera miedo, angustia y sentimientos de culpabilidad, lo que tiene un impacto gravísimo y profundo en ellos”, expresa Ávila.
Esta organización afirma que prejuicios sociales ayudan a invisibilizar el problema, por lo que se hace difícil obtener datos concretos.
Expresan que en El Salvador la problemática aún es una deuda social grave, pues no existen políticas de Estado que trabajen en su combate y eliminación lo que se traduce en un sub registro del fenómeno sin cifras que alerten de la magnitud del mismo. Las cifras que por ahora se reportan son las relacionadas con la violencia sexual.
“La explotación sexual es una de las más horrendas violaciones de los derechos humanos. Estos niños y niñas son vendidos y comprados por sus abusadores, lo que puede considerarse una forma de esclavitud moderna, agrega Alicia Ávila.
En El Salvador, La LEPINA, en su artículo 55, define el abuso sexual como: toda conducta tipificada en el Código Penal, que atente contra la libertad e integridad sexual de una niña, niño o adolescente para sacar ventaja o provecho de cualquier clase o índole. Así mismo, califica la explotación sexual como: cualquier forma de abuso sexual mediante retribución en dinero o en especie, con intermediación o sin ella, existiendo o no alguna forma de proxenetismo.
Ante este panorama, EDUCO tiene acciones afirmativas para dar respuesta a estas problemáticas, no sólo en el país sino a nivel global.
En El Salvador forma parte de la iniciativa “Uniendo Fuerzas” en la que, junto a otras cinco organizaciones internacionales que trabajan a favor de la infancia, buscan erradicar todo tipo de violencia contra niños, niña y adolescente, incluida la explotación sexual. Mientras que, en el ámbito global, en países como Bolivia e India, trabaja junto a ONG Ìs locales en proyectos que buscan acabar con la explotación sexual y la trata de este sector.