Por Rubén Aguilar Valenzuela
El presidente López Obrador, en los casi cinco años que lleva en el cargo, en su comparecencia mañanera, entre otras cosas se ha dedicado a construir el perfil del candidato a sucederlo y un discurso con el programa a seguir.
Desde el inicio de su mandato una preocupación central de todo presidente es cómo hacer frente al tema de quien habrá de sucederlo. Se propone siempre que sea de su partido y de ser posible alguien cercano.
Dice el dicho que nunca se sabe para quien se trabaja. En estos años, el presidente lo ha estado haciendo para la senadora Xóchitl Gálvez, que está en el Senado por el PAN pero no milita en ese partido.
De los precandidatos de Morena, las corcholatas del presidente, nadie cumple mejor con el perfil que ha venido construyendo el presidente que Gálvez.
Nació en el seno de una familia de extrema pobreza en una comunidad indígena de Hidalgo y las corcholatas en el seno de familias de la clase media y media alta de la ciudad de México, Tabasco y Zacatecas.
A partir de ahí, del origen, se construye la narrativa que sostiene Gálvez, con su propia vida, y a la que el presidente hace referencia todas las mañanas, aunque sin pensar en ella. Él en los hechos se ha convertido en el mejor de sus aliados.
El centro de la narrativa es simple y poderoso; una mujer indígena que nació en la miseria, que de la primaria a la universidad estudió en el sistema escolar público, por su propio esfuerzo venció la discriminación y todos los obstáculos, para salir adelante.
Nadie puede “acusar” a Gálvez de ser parte de los conservadores burgueses. Y sí de todo lo contrario. En el marco del discurso presidencial sus corcholatas son claramente hijos e hija de una burguesía clase media acomodada.
De ser Gálvez la candidata a la presidencia por la oposición no solo está blindada de los ataques del presidente sino que estos se convertirían siempre en apoyo a la candidata que nació en una comunidad indígena.
Xóchitl Gálvez es muy consciente de su historia, la vive con orgullo, y la sabe contar. El discurso político de hoy se construye a partir de contar historias. Ella tiene muchas, las corcholatas ninguna.
Pienso que cualquiera que sea el método que acuerde la oposición, para elegir a su candidato a la presidencia, lo va a ganar Gálvez. Por lo pronto ya tiene un publicista que todos los días desde la mañanera trabaja para ella.
Twitter: @RubenAguilar