Por Fredis Pereira
La Universidad de El Salvador ofrece enseñanza sobre administración y fracasa en la administración de los recursos del pueblo. El sistema de escalafónuniversitario es una muestra de este fracaso administrativo. Este sistema es inoperante, atenta contra el bienestar económico de los empleados, desalienta el buen desempeño y la actualización profesional, y se aleja de la justicia social. Este fracaso administrativo no es responsabilidad del gobierno de turno, pues la universidad es autónoma, así los responsables son quienes dirigen, usando la autonomía para administrar de manera ineficiente e ineficaz; pero a estos dirigentes siniestros les gusta decir que se sienten estrangulados presupuestariamente en la UES.
Las autoridades universitarias incumplen el reglamento de sistema de escalafón. Así comienza la inoperancia desde los máximos dirigentes universitarios. Por ejemplo, en el año 2007, el profesional Franklin Antonio M. V. demandó a la UES ante la Sala de lo Contencioso, en el proceso 290-2007, porque no se le contrató a pesar de haber ganado mediante concurso una plaza por ley de salarios. Este concurso se desarrolló para optar al puesto de profesor universitario en la Facultad de Ciencias Económicas, cuando el Mtr Roger Armando Arias, quién ahora es el rector de la universidad, asumía cargos de vicedecano o decano en funciones. Esta tradición de amaños continúa y han sido documentados por auditorias de la Corte de Cuentas de El Salvador y en procesos ante la jurisdicción contencioso administrativo.
El incumplimiento del reglamento del escalafón también se manifiesta en la promoción laboral. Un caso ejemplificante de esta irregularidad se muestra con lo denunciado por ingeniera. Tania Patricia Campos España, quién es profesora de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UES, y que pese a tener una resolución favorable de la Defensoría de los Derechos Universitarios, en el expediente REF. DE 26-10/15-2018, las autoridades universitarias le han negado la promoción laboral que le corresponde legalmente, configurando un trato discriminatorio contra una mujer, contrario a lo que establece la legislación nacional e internacional vigente, ¿Qué estímulo podrá tener esta profesora para actualizarse?
El sistema de escalafón también es inoperante para promover el relevo generacional. Aunque el reglamento del escalafón tiene previsto el relevo generacional porque ordena someter a concurso las plazas vacantes; las autoridades universitarias evaden esta obligación para mantener un sistema de clientelismo político y de corruptela que la Corte de Cuentas ha detectado en sus auditorias. Este es un hecho reconocido públicamente, así, el 7 de abril de 2017, un medio de comunicación publicó: “cuando se le pregunta al rector de la UES, Roger Arias, sobre cada cuánto renuevan la planta docente responde que “este es uno de los problema a los que nos enfrentamos, que no hemos trabajado en el relevo generacional…”
Los que gritan pidiendo la aplicación del escalafón son quienes promocionan la inoperancia. Porque cuando piden la aplicación del escalafón solo les interesa las tablas salariales, pero evaden la evaluación del desempeño, y la aprobación de los manuales operativos del Sistema de Escalafón. El rector de la UES es uno de estos, que le gusta hablar de tablas salariales sobre todo en momentos de crisis de popularidad, así habla de sacrificar otras prioridades, “raspar la olla de todas la unidades” para saciar esas aspiraciones de ganar más, sin seguir un sistema de mérito como el que establece el reglamento del escalafón universitario. ¿Quién podrá sentir interés en el buen desempeño así?
El Consejo Superior Universitario ha contribuido a la inoperancia del escalafón de la UES. Este ha incumplido la obligación de aprobar los manuales operativos que establece el reglamento del escalafón, así tiene pendiente aprobar: 1) Manual de descripción de puestos y funciones del Personal Académico; 2)Manual para la determinación de la carga laboral del personal académico, según la clasificaciónescalafonaria y tipo de nombramiento o contratación; 3) Manual de Reclutamiento, Selección, Contratación e Inducción; 4) Manual de Descripción de Puestos y Funciones del Personal Administrativo no Docente, entre otros manuales operativos. Esta falencia se ha sostenido para facilitar la discrecionalidad en los procesos de gestión de personal que está a cargo de los decanos de la UES, que también son miembros del referido Consejo. Cabe decir, que los manuales debieron estar aprobados desde marzo de 2004, y que tratados contra la corrupción exigen que los sistemas de escalafón funciones con transparencia y con base en el mérito para combatir la corrupción.
Así se aprecia que esta inoperancia es crónica y conocida, pero ¿Quién usará el poder para cambiar esta realidad que atenta contra los intereses del pueblo?
