Un nuevo análisis de datos telescópicos indicó que hay una estrella enana a solo 40 años luz de la Tierra que tiene al menos siete planetas rocosos en órbita con potencial para tener agua, anunció hoy un equipo internacional de científicos.
El descubrimiento fue informado por la sede de la NASA en Washington y publicado en la revista "Nature".
"En la búsqueda de vida en otros lugares, este sistema probablemente sea nuestra mejor apuesta a partir de ahora", dijo Brice-Olivier Demory, profesor del Centro de Espacio y Habitabilidad de la Universidad de Berna y uno de los autores del artículo sobre los planetas en torno a TRAPPIST-1, la estrella enana ultrafría.
Tres de los planetas ya habían sido descritos por el mismo equipo en 2016. Se trató del primer descubrimiento de exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar) en torno a una estrella enana roja, uno de los tipos más comunes de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Ahora, los investigadores descubrieron a los otros cuatro exoplanetas en órbita tras un cuidadoso estudio. Los siete son de un tamaño similar al de la Tierra y, aparentemente, son rocosos.
Los planetas de TRAPPIST-1 son similares a los de nuestro sistema solar, según el análisis de Demory de la información obtenida mediante el telescopio espacial Spitzer de la NASA.
Como otros exoplanetas, los de TRAPPIST-1 fueron detectados cuando los astrónomos percibieron que bloqueaban la luz de la estrella capturada por el telescopio al "transitar" delante de ella.
"Este descubrimiento podría ser una importante pieza en el rompecabezas para encontrar ambientes habitables, lugares en los que es posible la vida", dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA.
"Responder a la pregunta de si estamos solos es una prioridad máxima de la ciencia y encontrar tantos planetas como estos por primera vez en la zona habitable es un paso importante hacia ese objetivo", destacó.
Los siete planetas están en órbitas todavía más cercanas que Mercurio, el planeta más próximo al sol, lo que provoca que sus tránsitos alrededor de la estrella sean frecuentes y arroja numerosas oportunidades para la observación y la recolección de datos.