Wall Street cerró la primera jornada de la semana con sus tres principales indicadores en rojo tras contagiarse de la crisis financiera de Turquía, que ha afectado el mercado a nivel mundial.
El índice Dow Jones de Industriales dio un bajón importante hora y media después de la apertura, del que no se recuperó, y cerró con un descenso del 0.50 por ciento arrastrado por el sector financiero, con grandes entidades como Goldman Sachs y JP Morgan cediendo más de un 1 por ciento.
El principal indicador del parqué neoyorquino cerró así su cuarto día consecutivo de pérdidas, al que se unió el S&P 500, que bajó un 0.40 % agobiado por las compañías energéticas y de materias primas.
El Nasdaq fue el que menos declive registró, con un 0.25 %, gracias en buena parte al empuje de gigantes tecnológicos como Amazon y Apple, frecuentes impulsores de este índice y que subieron hoy más de un uno por ciento.
Wall Street siguió así la tónica que se ha vivido en los mercados de todo el mundo, afectados por una crisis económica en Turquía motivada por la depreciación de la lira, que se intensificó el pasado viernes después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara aranceles del 50 y 20 por ciento sobre acero y aluminio turco.
La lira llegó a caer el viernes más de 20 puntos y bajó a una nueva cifra mínima hoy, aunque después ganó algo de terreno.
"Los inversores en general van a tener bastante más cuidado cuando está sucediendo una historia como la de Turquía", señaló la directora de BOS, Jennifer Ellison, sobre la cautela que se vivió hoy en Wall Street.
"Va a llevar a que la gente no asuma riesgos significativos durante un periodo de tiempo corto", señaló la experta, que sin embargo subrayó que en general, la economía de Estados Unidos está en un buen momento.
"Si damos un paso atrás y miramos la situación general, todo está bien", agregó.
Aunque los analistas creen que la coyuntura turca no afectará a los mercados estadounidenses durante mucho tiempo, sí que califican la situación de Turquía como grave.
"Los problemas de Turquía son tan grandes que van a requerir de algo muy especial para cortocircuitar la crisis", dijo el jefe de inversiones de QSR Capital Management, Jose Luis Daza.
"Ahora mismo se trata de una crisis de divisas, pero lo más probable es que se transforme en una crisis de créditos", agregó.