Seguro piensas que la mejor forma de llegar al corazón de tu perro es con la comida, y si bien es verdad que el mejor amigo del ser humano no se resiste a los alimentos, la ciencia sugiere otra forma…
¿Quieres ganar su afecto? Presta atención, porque la ciencia asegura que la mejor manera es a través de las caricias.
Un estudio publicado en el Journal of Social Cognitive and Affective Neuroscience, asegura que la mayoría de los perros disfruta más de la interacción social con sus dueños que de la comida.
En la investigación se entrenaron 15 perros para asociar ciertas señales con recompensas específicas. Luego de varias rondas de entrenamientos, los perros aprendieron que cada vez que se les mostraba un coche de juguete, recibirían un perro caliente. Mientras que cuando se les mostraba un caballo de juguete, sabían que aparecería su dueño para hacerles caricias y demostrarle afecto.
Una vez que los perros dominaban estas asociaciones, los autores del estudio utilizaron resonancia magnética funcional para medir su actividad cerebral cuando veían el coche de juguete o un caballo. En particular, se centraron en una región llamada el núcleo caudado ventral, que es parte del circuito derecompensa del cerebro y responde a la expectativa de recibir recompensas.
Sus preferencias
De los 15 perros, 9 mostraron una respuesta igual a ambos juguetes, lo que sugiere que ambos encontraron resultados igualmente gratificantes, mientras que cuatro mostraron una mayor respuesta a la expectativa de alabanza de su dueño que a la comida. Solo dos se mostraron más emocionados por la perspectiva de la golosina que por el afecto de sus dueños.
Para respaldar lo estudiado, el equipo de investigación creó un segundo experimento en donde colocaban a los perros en un laberinto simple en forma de «Y» con dos salidas, una de las cuales conducía a los dueños, mientras que la otra a un plato de comida.
Como resultado, todos los perros demostraron las mismas preferencias que tenían en las pruebas de imagen cerebral, con la excepción de dos que mostraron una tendencia igual o mayor sobre sus dueños que sobre la comida.
En términos prácticos, este conocimiento no solo podrá ayudar a los dueños a entrenar a sus mascotas, sino que también podría ser útil en la asignación de puestos para perros de trabajo. Por ejemplo, los que tienen una alta preferencia por la alabanza social, pueden ser más adecuados para trabajos de terapia, como la visita a pacientes de hospitales para mejorar su estado de ánimo.
Los perros que prefieren comida, podrían ser mejor para trabajar en misiones de búsqueda y rescate u otras tareas que no implican tanto la interacción humana. Los autores también encontraron que algunos perros no tenían una preferencia clara, lo que puede indicar que no están hechos para ningún tipo de trabajo.
Más allá de la utilidad que encontraron para la investigación, recuerda que los perros tienden a preferir las caricias, los mimos y la compañía.