"No es necesario tener dos dedos de frente para deducir que los Acuerdos de Paz fueron asesinados a puñaladas con la aprobación de la Ley de Amnistía": Gabriel Otero.
"La religiosidad se había puesto de moda en los últimos años, tal vez porque la vida se devaluaba y la fe era el refugio natural de la esperanza": Gabriel Otero.
"Resulta inquietante descubrir que el rastro de la polilla borró los lazos histórico-afectivos entre pueblos que hasta ayer considerábamos hermanos": Gabriel Otero.
"Me niego a escribir otros epitafios. Amigos, paren de morir. Quitémosle a la memoria su peste a cempasúchil, el dolor colma con la ausencia": Gabriel Otero.