Por Gabriel Otero.
Nosotros ponemos los muertos y otros el dinero, esa es la máxima directriz de la guerra en contra del narcotráfico en México, asesorada por extranjeros expertos en estrategias, guerrillas y cambios de piel.
Esos extraños personajes le regalaron sus cuernos de chivo a ex presidentes en señal de paz y amistad, ellos “aconsejan” experiencias ejecutadas en otros países, y dan luces para emprender operaciones como “rápido y furioso” para atiborrar de armas el norte de la república, ellos y otros acostumbrados a actuar a escondidas.

Atrás quedaron los tiempos de la no intervención en la política interna de los pueblos, el liderazgo y la integridad de México en América Latina, mientras la dignidad es utilizada por los políticos como moneda de cambio para ganar todas las elecciones posibles, que viva la libertad de expresión siempre y cuando no sirva para gritarles a ellos: necios, corruptos e incompetentes.
Don Antonio López de Santa Ana “El Guerrero Inmortal de Zempoala”, “Su Alteza Serenísima” y “Visible Instrumento de Dios”, también conocido como el vende patrias más famoso de México, sería una coja caricatura de los gobernantes de hoy.
Ya no hace falta regalar territorios para pertenecer a otras naciones, con el pretexto de cuidar el patio trasero seguro llegaremos a la ignominia.

Sí, los ciudadanos lo sabemos, los malos son los asesinos, los ladrones, los extorsionadores, los secuestradores, los violadores, los que masacran al país con armas blancas y de fuego, pero también lo son los infiltrados, los vendidos, los que reciben fajos de dinero en lo oscurito, los que desintegran averiguaciones previas y pierden expedientes.
Y son villanos también los que se volvieron ciegos para no ver las atrocidades, los que proporcionan los terrenos para excavar las fosas comunes, los que escuchan los gritos de las víctimas y no se sienten aludidos, los que persiguen a sus hermanos pequeños para desaparecerlos, los que sustentan a todo un sistema con su oratoria.
¿Qué decirles a los familiares y amigos de cuarenta mil muertos? ¿Que su sacrificio significó un aporte al México que todos queremos? ¿Cómo justificar lo injustificable? ¿Que la mierda rebasó a las instituciones y que no saben contenerla?

¿Cómo llamar héroes a los policías que nos acosan? ¿Cómo sentirnos protegidos cuando no distinguimos entre héroes y villanos? ¿En qué lenguaje se puede hablar de ética con un político? ¿Habrá mayor torpeza de declarar una guerra cuando se conoce el estado del “sistema” de impartición de justicia?
Y nos ofendemos cuando en las noticias se difunde la “colombianización” de México, y nos punza ver en llamas al país de nuestras entrañas, el amado y maravilloso ombligo de la luna que no merece estar como está.
Como sociedad tenemos la palabra para extirpar lobanillos, excrecencias y verrugas, refundar el país siempre es posible.
Pensé en reescribir este artículo de 2011, cuando el entonces presidente de México Felipe Calderón había emprendido una guerra contra el narcotráfico sin tomar en cuenta la podredumbre del sistema judicial, asesorado por Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad hoy sentenciado a 38 años de cárcel por narcotráfico y delincuencia organizada.
El artículo es vigoroso en sí, ayuda a entender la situación actual de un tema tan complejo y arraigado que ha ido creciendo a lo largo de 25 años como es el narcotráfico. Muchos de los que formaron parte de los sexenios gobernados por el PAN suelen desmarcarse de sus pifias y sufren de amnesia de lo terrible que resultó su gobernanza a partir de ocurrencias y de una visión sesgada de país. Los pueblos suelen tener mala memoria, el excomandante guerrillero Joaquín Villalobos, Consultor en seguridad y solución de conflictos, publicó el artículo “Bandidos, estado y ciudadanía” en la revista Nexos https://www.nexos.com.mx/?p=23788, una especie de apologética desafortunada de la guerra iniciada por Calderón, que lo había contratado como asesor.
A Felipe Calderón, también, se le atribuye el fracaso de la operación “Rápido y furioso” que consistió en ponerles un chip a diferentes armas para así localizar a los delincuentes, se calcula que más de 2500 fueron a parar a manos de narcotraficantes. Se recomienda revisar: https://politica.expansion.mx/presidencia/2022/10/26/rapido-y-furioso-la-operacion-que-pone-de-nuevo-la-atencion-en-felipe-calderon
En quince años se han descubierto más de diez campos de exterminio https://seguridad.nexos.com.mx/los-10-campos-de-exterminio-mas-grandes-de-mexico/ muy pocos se han percatado de ello.