El amor es el sentimiento universal de afecto que tenemos los seres humanos. Es la manera más genuina para mostrar que nos preocupamos por otros, que deseamos cuidarlos, verlos felices, saberlos plenos.
El amor ha formado parte de toda la historia de la humanidad y ha sido ensalzado de diversas maneras. Los artistas tienen el don de expresar el amor a través de sus obras, ya sean pictóricas, musicales o poéticas.
De estas artes, es la poesía la que más se ha inspirado en el amor. Desde siempre los poetas le han hecho odas al amor, ya sea éste un amor romántico o un amor trágico. Sabido es que poetas como Gustavo Adolfo Béquer, Santa Teresa de Jesús, Rainer María Rilke, Arthur Rimbaud, Rubén Darío y Alejandra Pizarnik le escribieron al amor.
Y también Roque Dalton, como buen poeta que era, escribió del amor. Esa veta queda consignada en la reciente publicación de Hace frío sin ti, antología que reúne sus versos amorosos. En esta selección encontramos poemas que publicó de manera dispersa, y poemas de libros como El turno del ofendido, Pequeños infiernos y Taberna y otros lugares, entre otros.
Leer Hace frío sin ti confirma a Roque Dalton como el poeta más grande que parió este país. En sus páginas uno descubre un escritor con un dominio solvente de la técnica poética, pero además con la profunda sensibilidad que solo tienen las almas más puras. Desde la palabra, Roque Dalton ha sabido recrear la emoción, el deseo y la ternura que existen en el amor.
La poesía, como el amor, es encantamiento y Roque lo sabía. Eso lo podemos descubrir en Poema de las seis de la tarde:
Sobre la humedad de tu voz, sobre tal rocío de humo suave, no encuentro aún “•frío de m픕 mi nombre consumiéndose.
Y yo no puedo decir otra palabra que tu nombre,
otra sílaba que no sea para pronunciarte.
Ah, silencio de ti,
mudez de ti en el día que me pesa
y cuya última puerta podría cerrar a pesar de todo
si obedeciera las señales de mi fiel cobardía.
En cada uno de estos poemas, la voz de Roque Dalton resuena honda, como una huella indeleble, una marca que sabemos que solo puede ser de él. El poeta, podríamos afirmar, corteja la palabra, la seduce, y de ese proceso de seducción nacen sus poemas. Al escribir sus poemas amorosos, Roque Dalton mostraba su lado más carnal, el de un poeta que “’a pesar de tener un serio compromiso revolucionario”’ sabía también honrar el sentimiento y la exaltación que provienen del amor.
Los poemas de Hace frío sin ti destilan deseo, pasión y erotismo, como lo podemos ver en María:
Se llamaba María y era amiga de Dios
Sin embargo, recuérdola mejor por sus pechos
hiriendo mi mejilla en los amaneceres
tibios
de los domingos.
Roque Dalton fue un enamorado, un enamorado de la poesía, un enamorado de una sensibilidad portentosa, que seducía. Asesinado a la temprana edad de treinta y nueve años años, Roque se ha convertido ya en un imprescindible de la poesía en todo el mundo, en el sentido más vibrante y esencial de la palabra.
Si bien la obra poética de Roque Dalton abarca desde lo político a lo revolucionario, hasta lo histórico y lo amoroso, es precisamente en la poesía amorosa que el deseo se ve plenamente realizado en la palabra. Hace frío sin ti es la mejor prueba de ello. Sin duda, estamos ante un libro que vale la pena leer.