Alemania necesita unos 400.000 migrantes cualificados al año para cubrir las necesidades del mercado laboral, señaló hoy el presidente de la Agencia Federal de Empleo, Detlef Scheele, al periódico “Süddeutsche Zeitung”.
“No me refiero a quienes buscan asilo, sino a la migración selectiva para cubrir los huecos del mercado laboral”, comentó Scheele. “Habrá escasez de empleados cualificados en todos los sectores, desde los cuidadores de personas y los técnicos de aire acondicionado hasta los expertos en logística y académicos”.
Al mismo tiempo, Scheele lanzó una advertencia a quienes se opongan a la migración en Alemania. “Pueden ponerse de pie y decir ‘no queremos extranjeros’. Pero eso no funciona”.
“El hecho es que Alemania se está quedando sin trabajadores”, advirtió el experto, añadiendo que, debido al desarrollo demográfico, el número de empleados potenciales en edad de trabajar ya se reducirá en casi 150.000 a finales de 2021.
“La situación será más dramática en los próximos años”, apuntó. En su opinión, el país solo puede enfrentar el problema formando a los no cualificados y a quienes pierden el empleo en profesiones que están desapareciendo así como permitiendo que muchas personas que tienen un medio puesto de forma involuntaria puedan trabajar más horas.
Sin embargo, Scheele recalcó que es necesario atraer a migrantes cualificados, una tarea que deberá abordar el nuevo Gobierno que resulte de las próximas elecciones del 26 de septiembre.
Mientras tanto, la crisis causada por la pandemia de coronavirus ha empeorado la situación. El año pasado, la cifra de solicitudes de extranjeros que pidieron homologar su formación profesional en Alemania descendió en un tres por ciento a 42.000, según datos de la Oficina Federal de Estadística publicados hoy.
Alemania promulgó en marzo de 2020 una ley sobre la migración de extranjeros cualificados que simplificaba este procedimiento. Sin embargo, los trámites se obstaculizaron también debido a las restricciones para contener la pandemia.
De todos modos, en 2020 fueron reconocidos 44.800 títulos extranjeros como equivalentes de forma completa o parcial a los alemanes, un cinco por ciento más que el año anterior.
Dos tercios de ellos (29.900) estaban cualificados para ejercer profesiones sanitarias. De ellos, la mitad (15.500) correspondieron al personal de enfermería. En cuanto a los países de origen, las personas procedentes de Bosnia-Herzegovina continuaron siendo el grupo más numeroso (3.600), por delante de Serbia (3.400) y Siria (3.100).
