La jornada de este martes llevo a las bolsas europeas a perder más del 2 % debido a los altibajos en Wall Street, que previamente había llevado a los mercados asiáticos a acumular pérdidas aún mayores, de en torno al 5 %.
Luego de que la apertura de hoy del mercado neoyorquino fue, primero a la baja y después alternando subidas y caídas, los descensos se fueron suavizando, pero la jornada estuvo marcada principalmente por retrocesos.
En la primera jornada de la semana, el Dow Jones de Industriales sufrió la mayor caída en puntos de toda su historia, 1,175 unidades, muy por encima de los 777 que perdió el 29 de septiembre de 2008, en plena crisis financiera, y se dejó un 4.6 %.
Este desempeño de Wall Street no hizo esperar su respuesta en Europa y fue la bolsa de Londres la que encabezó las caídas este día, con un retroceso del 2.64 %, sobrecargada por la volatilidad del mercado en una jornada en la que los inversores buscaron desprenderse de sus acciones.
Le siguieron las pérdidas del 2.53 % de Madrid -que había liderado los números rojos hasta las últimas operaciones de la sesión-, el 2.35 % de París, el 2.32 % de Fráncfort y el 2.08 % de Milán.
La fuerte caída de Wall Street el lunes había provocado previamente grandes pérdidas en las bolsas asiáticas, con una incertidumbre entre los inversores que en algunos momentos de la jornada rayó en el pánico.
La Bolsa de Tokio, que llegó a caer más de un 7 % durante la sesión, consiguió amortiguar la tendencia a última hora y dejarse el 4.73 %, con una pérdida de más de 1,000 enteros en el Nikkei, algo que no se recordaba desde 2016 con el "brexit".
La Bolsa de Shanghái cerró la sesión con una bajada del 3.35 %, el mercado de la parte continental de China, la Bolsa de Shenzhen, perdió el 4.23 % y el Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 5.12 %, su mayor caída desde agosto de 2015.
Aunque no está del todo claro, expertos explican esta volatilidad a la fuerte corrección que han vivido los mercados bursátiles mundiales, y coinciden en que el origen está en Estados Unidos.
Algunos analistas señalan a una puntual recogida de beneficios por parte de los inversores, mientras otros apuntan al temor de los que apuestan en bolsa a una subida brusca de los tipos de interés tras la marcha de Janet Yellen de la presidencia de la Reserva Federal estadounidense.
Algunos analistas opinan que se ha producido una "huida de capitales" de los mercados bursátiles a los mercados de deuda, por el temor de los inversores a que la Reserva Federal (Fed), con su nuevo presidente, suba los tipos de interés hasta cuatro veces este año. Pero otros piensan que es poco probable que el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, "se arriesgue" a acometer un ajuste brusco de la política monetaria e imputan el correctivo bursátil del lunes y de hoy a una recogida generalizada de beneficios y a un "momento de pánico puntual" tras las fuertes subidas de las semanas anteriores.