El mercado bursátil neoyorquino reaccionó este jueves con menguadas alzas a la firma por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, que no se aplicarán por ahora a Canadá y México.
Al cierre de una sesión que varió a medida que se conocían detalles de la decisión presidencial, el Dow Jones, el principal indicador del mercado, subió un 0.38 %, en tanto que el S&P 500 ganó un 0.45 % y el índice compuesto del Nasdaq sumó un 0.42 %.
Los resultados de la sesión parecieron dar muestra de moderado optimismo de los operadores ante la posibilidad de que los países afectados por la medida, que entrará en vigor el 23 de marzo, puedan iniciar negociaciones con Estados Unidos para su exclusión.
Con el anuncio del mandatario estadounidense como telón de fondo, la sesión entró en una jornada de altas y bajas en los minutos previos al cierre de una jornada que tuvo como tema predominante los aranceles.
Luego de abrir al alza, las acciones empezaron a retroceder a medida que se acercaba la hora pautada para la comparecencia de Trump, pero ante versiones que confirmaban la exclusión de los dos vecinos y socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el mercado adoptó volvió a repuntar.
Justo media hora antes del cierre y con un Trump ante las cámaras y arropado por un grupo de trabajadores siderúrgicos, el vicepresidente Mike Pence; el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el valor de las acciones empezó a decrecer para luego recuperar el ímpetu al final.
El jefe economista de mercado de la firma First Standard Financial Peter Cardillo indicó, citado por la cadena CNBC, que la pregunta del mercado es "qué significan estos aranceles en términos de su impacto económico" para el país.
Ya en los días previos distintos expertos advertían del peligro de que se avecine una guerra comercial, extremo que el propio Trump desestimó al considerar que estas guerras "son buenas y fáciles de ganar" cuando se "está perdiendo muchos miles de millones de dólares en comercio".
Otros sectores han señalado que esta medida parece devolver a Estados Unidos a la política comercial de los años 80, cuando la Administración del entonces presidente Ronald Reagan negoció restricciones "voluntarias" a las importaciones ante la creciente competencia de Japón.