Por Carlos Castillos
Un movimiento de entusiastas hombres, mujeres, niñas y niños de Uruguay y Colombia, retomó este mes de junio, con entusiasmo, “La ruta de Gardel”, para contribuir a mantener el legado del artista que murió en Medellín el 24 de junio de 1935.
Aunque la nacionalidad de Carlos Gardel se la disputan Uruguay, Argentina y Francia, “lo único cierto es que murió en Medellín” sostienen los colombianos que promueven “LA RUTA DE GARDEL”, una iniciativa para intercambiar producciones artísticas y culturales, entre la colombiana Medellín y las ciudades uruguayas de Montevideo y Tacuarembó. Eventualmente podrían sumarse otras ciudades como Buenos Aires y Toulouse, también ligadas al venerado artista.
Esta tercera semana de junio, y coincidiendo con el aniversario 87 de la muerte de Gardel, se habilitó en el Museo Cerro Nutibara de Medellín, una nueva Exposición de fotos, dibujos, pinturas, danza y videos de niños y adolescentes de Medellín y Montevideo, elaborada en base a talleres, conferencias y encuentros desarrollados antes de la pandemia. Incluye otras referencias al tango.
Este museo está ubicado en lo alto del Nutibara, uno de los cerros tutelares de la ciudad que fue declarado como Área de Recreación y Parque Ecológico, y que apunta a preservar el patrimonio cultural de la ciudad.
La MUESTRA ITINERANTE “¿Y QUIEN ES ESE GARDEL?” ya fue montada en diversos centros culturales, edificios públicos y escuelas primarias de las ciudades uruguayas de Montevideo, Tacuarembó, Rocha y, tras el receso obligado por la pandemia, retoma su recorrido.
“La ruta de Gardel” marca entonces un nuevo hito y ya se manejan diversas iniciativas para seguir desarrollando la idea de involucrar a niños, niñas y jóvenes con el tango y con Gardel, el artista que es admirado por los públicos más de diversos, no solamente de habla hispana, sino también en otras lenguas y latitudes, alejadas de América Latina.