“Siempre ha habido bastante dejadez, algo de incapacidad y mucha codicia en la mayoría de funcionarios públicos. ¡Ya es tiempo de cambiar!”
Dr. Armando Bukele.
Faltando pocos minutos para iniciar la presentación del Plan Cuscatlán, miles de televisores, teléfonos móviles, medios tradicionales y digitales estaban listos y preparados a escuchar a Nayib y la propuesta de nación de Nuevas Ideas. Las expectativas del pueblo eran realmente altas.
Y cómo no iban a serlo, si durante más de treinta años solamente hemos compartido sentimientos de impotencia, miedo y rabia, por mencionar algunos. Sentimientos que se han ido asentando en nuestros corazones. Que nos han dejado desilusión y cansancio.
Por eso, conforme pasaban los minutos, los que lo veíamos la transmisión acá en el país y los que la seguían a través de las redes sociales por todo el mundo, comenzamos rápidamente a compartir la visión de Nayib sobre el futuro que nuestra nación merece. Compartíamos con él, por primera vez en muchos años, la alegría de tener esperanza. De saber que sí podemos aspirar a un futuro brillante.
Pero no hay porvenir exitoso que no inicie con un presente de trabajo. De cambio. La nueva Gobernanza que propone el Plan Cuscatlán basa su existencia misma en el bienestar de las personas. No en agendas políticas, no en ideologías trasnochadas y necias. No en el deseo de usar al pueblo como medio de enriquecimiento.
El pilar principal del plan de nación de Nuevas Ideas es la creación de un aparato de gobierno transversal más eficiente y compacto. Con mejor capacidad técnica y enfocado al cuido integral de cada aspecto de vida de los ciudadanos. Solo al priorizar áreas como el bienestar social, la seguridad, educación e industria y la creación de la CICIES, lograremos un cambio definitivo el rumbo del país.
Durante meses los “mismos de siempre” se pasaron gritando que Nuevas Ideas no tenía un plan de gobierno. Durante meses su campaña sucia se basó únicamente en mentiras e intentos de desprestigio. Desperdiciaron su tiempo haciendo lo único que saben hacer: Confundir y engañar.
Al mismo tiempo, Nayib, las mesas de trabajo de Nuevas ideas y los más de veinte mil ciudadanos que participaron de manera directa en la creación del Plan Cuscatlán preparaban una visión de país que sin duda trascenderá el tiempo. Y lo hará porque no es una visión egoísta de cinco años, sino una nueva forma de ver el mañana. Lo que hoy es el anhelo de un pueblo, en poco tiempo será la base de una nación fuerte, pujante y unida.
Debemos evitar a toda costa que ARENA y el frente nos arrebaten nuevamente nuestro futuro. Ya no podemos ser un país secuestrado por el miedo y la impunidad.
La llave de nuestra libertad es el voto. Y el próximo tres de febrero debemos abrir los candados del bipartidismo y dejar atrás a todos aquellos que solo buscan su propio beneficio.
Estamos a pocos días de un nuevo comienzo. Hoy tenemos que estar más atentos a los posibles fraudes que seguramente “los mismos de siempre” utilizarán para mantenerse en el poder.
Ya sembramos la semilla de la esperanza en todo Cuscatlán… hoy nos toca defenderla.