El presidente número 45 de los Estados Unidos, Donald Trump,desde su candidatura fue objeto de críticas. Hoy, al frente de una de las naciones más poderosas del mundo, es el protagonista de todo tipo de sátiras,burlas y chistes.
Por ejemplo, sus imitadores españoles, se declaran felices de disponer de un personaje tan fácilmente parodiable como él, pero muchos reconocen que le ridiculizan para atacar y hacer “risas como arma de defensa contra sus desmanes”.
GENTE, el periódico de España, dice que Trump ha llegadoasustando con sus modales y metiendo miedo con sus amenazas, pero el planeta hacontestado riéndose en su cara a partir de los “remedos del magnate del tupé devainilla” que con urgencia han servido como cómicos y caricaturistas de loscuatro puntos cardinales. Una forma como otra cualquiera de decirle no yejercer la resistencia ante sus desmanes.
En Estados Unidos, programas como Saturday Night Live, ha usado la coyuntura política del país para hacer humor y destrozar a Trump.
Trump no se ha tomado con tanto humor las imitaciones, twitteando que el programa “no es divertido, el elenco es terrible” y que es”¡realmente mala televisión!”, usando sus ya clásicos signos de expresión.
Además la actriz, Meryl Streep, ganadora del Oscar,arremetió contra el magnate en la gala de los Golden Globes 2017 y dijo que”hubo una actuación este año que me dejó atónita y me clavó sus garfios en el corazón. Y no porque fuese buena, no hay nada bueno en esa actuación pero fue efectiva y logró su objetivo. Logro que su público riera y mostrará sus dientes. Y fue en ese momento, cuando la persona que pedía ocupar más respetado de este país imitó a un periodista discapacitado”¦ y me rompe el corazón”.
El presidente norteamericano cumplirá apenas un mes en el cargo y sus decisiones han comenzado a generar reacciones en todo el mundo. No cabe duda de que el rechazo hacia algunas de sus políticas seguirá alimentando a los medios y las redes sociales con humor para expresar su resistencia y desacuerdo hacia sus actos.