Triste lo del FMLN: cruzado de brazos, esperando que los mangos se caigan solos y que Arena le haga el trabajo sucio en esa oscura y paciente faena que consiste en expulsar a Nayib Bukele del campo de juego electoral.
Creen sus lúcidos estrategas que todo lo que le vaya mal a Bukele, redundará en beneficio del Frente. A su borroso y nada carismático candidato irán a dar, suponen ellos, los votos resignados de aquellas personas a las que se niegue la posibilidad de votar por Nuevas Ideas. Y algo de eso podría suceder, en el caso de que a Bukele le impidan presentarse a las elecciones.
Pero ni así obtendría el triunfo el FMLN, dado que este dependería de un rebalse de esperanza en su propuesta que claramente no suscita. El conflicto con el anterior alcalde de San Salvador y el tremendo batacazo de las últimas elecciones, han convertido al Frente en un partido mate, sin brillo, reducido a la simple condición de maquinaria burocrática, partidista y electoral.
Con independencia de cuál sea la orientación ideológica de Nuevas Ideas, su líder le ha robado la cartera del carisma y el aura de la esperanza al ya envejecido e histórico Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Triste lo del FMLN, confiado en que el trabajo sucio de Arena contra Bukele le permita obtener el segundo lugar en las próximas elecciones.
Más vale un papel secundario con Arena en la presidencia que un peligroso tercer lugar con Nayib como Presidente.
Un hipotético triunfo de Nueva Ideas, enfrentaría al Frente con sus demonios y agujeros internos y quizás por eso sus líderes prefieren ser cómplices de la rancia derecha en esa oscura faena que consiste en impedir que Nuevas Ideas participe en las próximas elecciones presidenciales.