viernes, 12 abril 2024
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Sobre la Sodoma de la Provincias

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Pedro Cortés y Larraz fue "una eminencia, doctor y obispo Zaragozano, aunque con rasgos notorios de ser un crítico ferviente de la nueva sociedad Novo-hispana del Itsmo": Carlos Imendia.

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Por Carlos F. Imendia.

Pedro Cortés y Larraz fue un prelado del S. XVIII proveniente del Reino de Goatemala y las provincias, fiscalizo, esculcó hasta los últimos recovecos, barrancos, montes, ríos y caminos reales, y llego a las ciudades, curatos, caseríos a censar a la población en plena colonia española, hizo recuento estadístico de cuanta era la población en las provincias y estos datos estaban bajo el resguardo de la Iglesia Católica, Cortes y Larraz fue muy responsable y muy científico respecto a esa radiografía social  de Centroamérica  en ese entonces.

Fue una eminencia, doctor y  obispo Zaragozano, aunque con rasgos notorios de ser un crítico ferviente de la nueva sociedad Novo-hispana del Itsmo con problemas y vicios tan arraigados y tan presentes en los tiempos actuales, Larraz no escatimó con lujo de detalle su descripción clasista y despectiva de lo que miraba en nuestra sociedad, principalmente la de la provincia de San Salvador, aun haciendo críticas duras de los mismo prelados peninsulares y su tropicalización al incipiente tercer mundismo.

En su relato de la Provincia de San Salvador es muy duro al describir a la sociedad, y acota : “La gente es muy pobre, muy litigadora, muy viciada, muy propensa al juego, nada inclinada al trabajo, no dejando de causar admiración qué en una ciudad, qué se dice de españoles, demasiado numerosa, no haya escuela alguna para enseñar gramática, ni aun a leer, escribir y la doctrina cristiana a los niños, con que cesa el motivo de admirar qué tengan indios tanta repugnancia a las escuelas”.

En su expedición , pasó por El Salvador ( Entrando por Ahuachapán y llegando a la Alcaldía Mayor de Sonsonate) ,que en ese tiempo se encontraba en la jurisdicción de Diócesis del Reino de Goatemala , pasando por los curatos de: Apaneca, Nahuizalco, Caluco, Izalco, Guaymoco, Ateos, Mejicanos, San Salvador, San Jacinto, Santo Tomas Texacuangos, Olocuilta, San Pedro Masahuat, Santiago Nonualco, Zacatecoluca, Usulutan, Ereguayquin, San Miguel, Conchagua, Gotera, Ozicala, Titiguapa, San Vicente, Cojutepeque, Suchitoto, Chalatenango, Tejutla, Tonacatepeque, Opico, Texistepeque, Santa Ana, Chalchuapa y Jutiapa.

En su paso por San Salvador y en la descripción social de una desorganizada colonia, incluso criticando a los mismos sacerdotes, Monseñor declaró con fuego: “La deshonestidad se halla tan dominante, que se dice y se ha predicado públicamente, que es esta ciudad (San Salvador) la Sodoma de las provincias aun dominando en todas ellas la impureza con exceso escandaloso”.

Hacer una comparación de San Salvador  (del Siglo XVIII)  con Sodoma y sus aberraciones,  las cuales  según el libro del Génesis,  sus lamentos y denuncias subieron hasta el Cielo, y Dios decidió destruirla no sin antes tener un dialogo con Abraham en donde el patriarca intercede ya que su sobrino Lot vivía en dicha ciudad, que al final permite que la familia de Lot huya en corto tiempo y hacer llover azufre y asteroides y finalmente la destruye.  ¿La aberración social encontrada  en San Salvador fue igual a la bíblica? 

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Carlos F. Imendia
Carlos F. Imendia
Comunicador, publicista y mercadólogo salvadoreño; columnista y colaborador de ContraPunto

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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