Camila, es el nombre que esta mujer transexual ha decidido usar desde que tiene 15 años, asegura que ser parte de la diversidad sexual en El Salvador no ha sido fácil, la discriminación ha sido parte de su diario vivir y de estar loca es lo menos que la han tratado.
Sus padres la llevaron a psicólogos durante dos años con el fin de que olvidara sus ganas de ser mujer, asegura. “Pero ser esto (transexual) no es estar locos, es una forma de vida, es mi decisión”. Como Camila, muchos son llevados a especialistas para salir de sus “trastornos”, pues según la Organización Mundial para la Salud (OMS) la transexualidad es parte de la lista de desórdenes y comportamientos mentales.
En el documento llamado “Clasificación Internacional de las Enfermedades y Problemas relacionados con la Salud” (ICD-10), revisado por última vez en 1992, la OMS asegura que la transexualidad es parte de los desórdenes de la identidad sexual.
En el capítulo V, F64, la OMS señala que el transexualismo “suele acompañarse por sentimientos de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico propio y de deseos de someterse a tratamiento quirúrgico u hormonal para hacer que el propio cuerpo concuerde con el sexo preferido”.
Por años organizaciones han luchado por sacar de la lista la transexualidad. En julio del año pasado un grupo de científicos de universidades mexicanas recomendó a la OMS que quite la transexualidad de esa lista, la investigación publicada en la revista científica The Lancet, señala que al ser catalogada de esa forma se vulneran los derechos humanos de estas personas, además de las barreras a la atención médica apropiada para ellas.
El estudio se hizo con 260 adultos transgénero entre abril y agosto de 2014, los datos arrojaron que la angustia y los tipos de disfunción social, familiar y laboral que sufrían estas personas estaban “fuertemente ligadas a experiencias de rechazo social” y no a desórdenes mentales propios.
La investigación fue de cara a la revisión y actualización de la lista de enfermedades y problemas relacionados con la salud (La ICD-11) que podría ser lanzada por la OMS este año.
Para Mónica Hernández, directora de ASPIDH Arco-Iris es necesario que la OMS revise sus documentos y la transexualidad deje de ser vista como una enfermedad priva de los derechos fundamentales a las personas de la diversidad sexual”.
En Dinamarca ser transexual no es locura
Dinamarca ha dado un paso importante a favor de las personas transexuales, pues se ha convertido en el primer país que ya no las clasificará como enfermos psíquicos. La noticia la dieron el pasado uno de enero las autoridades de Salud de ese país.
Peso a esto, según medios internacionales, esto no cambia nada en las opciones de tratamiento para las personas que sienten que han nacido en el cuerpo equivocado y que preferirían pertenecer al sexo opuesto. Para poder someterse a un cambio de sexo o a un tratamiento hormonal en Dinamarca, los transexuales deben pasar primero una serie de exámenes psicológicos.
Mónica Hernández, activista salvadoreña, celebró el acto realizado en Dinamarca y aseguró que es una esperanza para El Salvador y otros país, pero reiteró que son “las autoridades como la OMS la que debe desclasificar” la transexualidad como una enfermedad mental.
Agregó que si la OMS da ese paso, en países como El Salvador se generarían los espacios necesarios para que organizaciones a favor de la diversidad sexual promuevan la creación y aprobación de una Ley de Identidad de Género, con esto “tendríamos más oportunidades de hacer valer nuestros derechos”.