El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, se pronunció este martes sobre la ola de ataques en contra de los agentes de la Policía Nacional Civíl (PNC) y de la Fuerza Armada por parte de grupos delincuenciales.
Por ello, el mandatario salvadoreño reiteró que su Gobierno no negociará con estas estructuras a pesar del repunte de ataques y realizó un llamado al Gobierno entrante del presidente electo, Nayib Bukele, a que no acepte “chantajes” por parte de estos grupos.
“El gobierno de Salvador Sánchez Cerén y su gabinete de seguridad manifiestan que no han negociado ni negociaran concesiones a los grupos delincuenciales y llama al nuevo gobierno a no dejarse chantajear brindándoles ventajas. Sabemos que ya le han enviado su lista de peticiones al nuevo gobierno y su oferta de cesar la violencia a cambio de reducir el estricto control y la intensa persecución”, reza el comunicado emitido desde Casa Presidencial.
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Dicho comunicado también sostiene que entre las pretensiones que las pandillas buscan obtener del nuevo Gobierno están: aflojar las estrictas medidas de control penitenciario donde están recluidos los cabecillas de los grupos delincuenciales y disminuir la operatividad policial y militar en el territorio.
Por último, el Gobierno indicó que se han girado órdenes a la PNC, Fuerza Armada y Centros Penales para contener esta oleada de ataques.
Sin embargo, Bukele ha criticado el accionar del Gobierno saliente ante esta situación, llegando a insinuar que esta es otra "bomba preparada".
“¡Otro policía asesinado hoy! Días de hasta 25 muertos. Con la crisis de medicamentos, agua, luz, FODES, sindicatos express, nuevas contrataciones, dejar vacías las arcas públicas, etc. No quisiera pensar que esta sea otra “bomba” del actual Gobierno, que también explotó antes”, expresó Bukele en su cuenta oficial de Twitter.
Desde el fin de semana pasado, cuatro agentes policiales y dos de la Fuerza Armada han fallecido producto de este repunte de ataques por parte de los pandilleros.