viernes, 6 diciembre 2024
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¿Sabí­as que la revolución popular a nivel global está en marcha? (Parte III)

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Las naciones en estas condiciones no tienen futuro.
¿La solución está entonces, en invadir a quiénes corrompieron nuestros sistemas?
(Así­ terminaba la Parte II)

Desde Tierra de fuego en el sur de América, hasta México las naciones una vez soberanas, han venido siendo convertidas en colonias sometidas al poder de quien gobernó a los EE.UU. hasta el 2016. 

Al acoso e intervencionismo financiero de corporaciones, FMI y BM se debieron las revoluciones del 2005 en Venezuela, Argentina, Ecuador, Uruguay, Bolivia, Paraguay, ahora en el 2018 en su mayorí­a fallidas.

Me atrevo a pensar que fallaron por limitarse como visión a movimientos de izquierda y además menospreciar al gobierno de Hussein Obama quien siguiendo lineamientos del VOM revierte la mayorí­a de las revoluciones y lanza la nueva Iniciativa del Pací­fico a la que unen de inmediato los tí­teres colombianos y peruanos y los obedientes militares del VOM y fueron derrotados. 

Una vez logra el control financiero de un paí­s al VOM les es fácil proceder a corromper y controlar el poder polí­tico y es entonces que los cómplices locales se envalentonan y designan a quienes deberán gobernar en estos paí­ses. En esta situación se encuentra actualmente El Salvador. Los dueños de los partidos creen tener el control y que sus candidatos van a resultar electos. 

Otros pensamos que pareciera que fue en marzo recién pasado que esta corrupta élite decidió por última vez quién gobernarí­a y quién legislarí­a. 

En el año 2019 el poder soberano de elegir vuelve a estar en manos del pueblo y es de esperarse que en las urnas ellos decidan quien lo gobierne. Si el pueblo está decidido a cambiar de rumbo puede demostrarlo de una sola forma y es acudiendo a las urnas en forma masiva y dándole a su candidato más del 51 % de los votos, cantidad única que evita el fraude electoral, así­ sucedió en México. 

El método de operar del VOM a incluido el endeudamiento de paí­ses. Este endeudamiento era aprobado por la infraestructura bancaria internacional creada con ese propósito que incluye a bancos como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre otros. 

Los créditos aprobados a los gobiernos, se sustentaban en estudios de factibilidad que ellos mismos financiaban y cuya rentabilidad era a propósito falseada; esto conducí­a con certeza para los financieros al aumento de la dependencia económica del paí­s que recibe el crédito, pues al verse imposibilitado el gobierno de cumplir con los pagos estarí­a sujeto a nuevas demandas que le obligarí­an a ceder la explotación de recursos naturales y servicios, facilitando el corromper el precario sistema de gobierno, manipular el sistema democrático y vulnerar su soberaní­a.

Polarizada la nación se facilita el poner en marcha disturbios sociales, demandas de aumentos salariales, enfrentamientos armados que contribuyen a imponer el nuevo estilo colonial.

Alcanzar este nivel de control, al VOM le ha sido posible gracias a la complicidad de cómplices locales.

Facilita su búsqueda el contactar a miembros de la banca local, a través de la cual se colocarán los empréstitos y de entre estos se escoge a quienes por par de puntos porcentuales de ganancia sobre millonarios créditos, están dispuestos a colocar su beneficio por sobre los de sus pueblos.

Mucho de lo enumerado anteriormente se da con la aprobación o el silencio de los pueblos engañados con eslóganes como el de que “formamos parte del mundo global”; mientras la verdadera acción se oculta los funcionarios corruptos de estos gobiernos han permitido que el poder y la soberaní­a que una vez tuvo el paí­s dejen de existir y se han vuelto colonias de la nueva generación.

Es en la actualidad como resultado estos paí­ses y pueblos empobrecidos viven sometidos a la violencia, con niveles de educación desastrosos, sin oferta de trabajo y salarios que no permiten cubrir las necesidades básicas. Los ciudadanos sufren las consecuencias, pero ignoran las verdaderas causas. Viven polarizados y acusan a la derecha o a la izquierda, nunca al V. O. M y sus cómplices que se enriquecen. 

Si, las poblaciones son ahora borregas dirigidas por minúsculos grupos de nacionales e internacionales, quienes carecen de escrúpulos y son insaciables en la búsqueda de poder y riqueza.

Para los ciudadanos la situación es frustrante y no falta quién les plantee y financie para abandonar su núcleo familiar como la única alternativa para mejorar.

Esta acción favorece al VOM en triple sentido, pues divide y debilita a estas naciones ya que los migrantes ilegales son instrumento que desestabiliza el sistema judicial de los paí­ses a su paso y finalmente busca llevar zozobra a los EE.UU. todo esto ayuda al avance de la agenda global, la que promueve paí­ses sin fronteras y el gobierno mundial. 

El VOM cumple con su objetivo principal al romper el núcleo de toda sociedad, la familia, esto les resulta fundamental para establecer un gobierno mundial y controlar a una domesticada población. 

En el año 2016 tres acontecimientos importantes se dan que obligan al viejo orden mundial que permanecí­a en la sombra a emerger y luchar por su sobrevivencia. Primero los ingleses deciden en junio del 2016 abandonar la Unión Europea al votar por el Si en el referéndum BREXIT. En noviembre del mismo año el pueblo norteamericano masivamente va a las urnas y eligen a Donald Trump como presidente. Y en diciembre el presidente Vladimir Putin en su discurso de navidad define su posición antagónica contra las intenciones de quienes desean hacer desaparecer valores y tradiciones y pretende establecer un mundo global, a los Estados Nación tradicionales. 

Serán estas manifestaciones casualidad o una advertencia de las potencias del mundo que nos advierte que el verdadero enemigo es más poderoso de lo que se nos ha hecho creer. 

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Ernesto Panamá
Ernesto Panamá
Columnista de ContraPunto, Escritor salvadoreño; Máster en Edición, con 13 obras publicadas

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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