La tarde en la que El Salvador cayó derrotado 4-3 ante Portugal en la arena del Estadio Nacional de la Costa del Sol, el sol quemaba a fuego lento con 34° centígrados los corazones y anhelos de todo un país que ama, vive y respira fútbol.
Los “guerreros de playa” salieron a la arena para vencer o morir, rodeado por su público que los alentó hasta el último
segundo, y rodeados por la polémica de no haber recibido el pago de viáticos previo al gran encuentro. Amenazaron incluso con no jugar si no se les pagaba, y su leal afición los apoyó en todo momento.
El primer periodo fue parejo en algunos instantes. Ambas escuadras buscaban tímidamente el arco contrario sin efectividad alguna. Tras una falta cometida por los europeos, Rubén Batres de tiro libre abrió el marcador para El
Salvador y conseguía el 1-0 para la celebración de un país con esperanza en los de playa.
La euforia no duró mucho. José María recibió centro desde la derecha y cabeceó para esconder la pelota en la base del poste derecho y al fondo para el empate portugués. A pocos minutos de terminar el primer periodo, la barra azul seguía animando a los suyos.
En acciones del segundo periodo el portugués Coimbra, tras un pase de taquito remató a placer para el 2-1. Minutos más tardes un saque de banda con intención de centro y apareció Frank Velásquez con un cabeceo para el empate 2-2. El Salvador soñaba y el ¡sí se puede! Volvió a escucharse en los gritos de las gargantas y corazones salvadoreños.
En el tercer periodo los lusos fortalecieron su ataque. Madjer consiguió el 3-2 tras un potente tiro libre de larga distancia. El Salvador respondía y tras pitar una polémica mano en contra de los portugueses, Heber Ramos aprovechó el tiro libre para conseguir el 3-3 y la garra cuscatleca se hacía sentir una vez en la Costa del Sol.
No obstante a pocos minutos del final del encuentro, Frank Velásquez perdió una pelota por presión de marca y Belchior recuperó para sacar un disparo rasante y conseguir el 4-3 definitivo, y el que le otorgaba el título de campeón a Portugal.
Pueden perder una y otra y otra vez. También han ganado y saben cómo hacerlo. Han desbaratado leyendas en mundiales y también han sido derrotados, pero una cosa sí es segura: la afición siempre los apoya, los ama, los alienta. Aunque esta vez tocó perder. El Salvador no alcanzó la corona como campeón en la Cuadrangular Internacional de Fútbol Playa que desde hace cuatro años organiza y que nunca ha ganado. Los cuscatlecos se enfrentaron al actual campeón del mundo en Fútbol Playa y cayeron con dignidad.
Los guerreros de playa regresan a sus casas a pescar, a vender en mercados o simplemente a entrenar y añorar victorias pasadas mientras se preparan para la nueva competición. Su afición regresó a casa amando hoy más que nunca a sus valientes pescadores que dejaron todo en la arena en defensa del honor salvadoreño.
Premios individuales
El premio al mejor arquero se lo llevó el salvadoreño Herbert Ramos. En la categoría de máximo goleador hubo un empate entre Jordan Santos de Portugal,Emiliano Holmedilla de Argentina y Frank Velásquez de El Salvador con
cuatro goles cada uno.
El jugador más valioso del torneo fue para Jordan Santos de Portugal.