sábado, 13 abril 2024
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Respeto a las mayorí­as

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Vivimos dentro de una sociedad donde se debe respetar la soberana voluntad de las mayorí­as. La voz y la conciencia en el corazón de la nación.

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Vivimos dentro de una sociedad donde se debe respetar la soberana voluntad de las mayorí­as. La voz y la conciencia en el corazón de la nación. Que piden a los actores polí­ticos las mayorí­as? Piden que se cumplan los Derechos que la Constitución confiere a las personas, en primer lugar el respeto a la vida desde el momento de la concepción hasta la vejez. Que todo ciudadano dentro de la nación pueda optar por una vida digna, tranquila y sin amenazas. Niños, jóvenes, adultos, ancianos desarrollándose en un ambiente donde se garantice el respeto mutuo para el buen ejercicio de la democracia. El respeto a nuestro entorno, al medio ambiente, a nuestros recursos naturales; a los sí­mbolos patrios y a las creencias.

Las mayorí­as piden a los actores polí­ticos que se den las condiciones para que se establezca un clima de paz y armoní­a social, donde el Estado pueda proveer y garantizar al ciudadano seguridad por medio del orden público y el resguardo de la soberaní­a, donde constitucionalmente la familia  conformada por hombre + mujer + hijos puedan perpetuar y sustentar los anhelos de la Patria fortaleciéndola al  futuro venidero con hombres y mujeres de bien que practiquen principios y valores y se apeguen a la ley.

Las mayorí­as piden a los gobernantes y polí­ticos el  desarrollo del paí­s  por medio del buen uso de los recursos del estado, el apoyo a la producción y al incentivo de la inversión; el estí­mulo a los emprendedores y a las economí­as locales para mejorar el empleo y dinamización  la economí­a.  Que se priorice la innovación nacional antes que la extranjera, que se incentive a  los jóvenes  a puedan producir tecnologí­a para fines propios y así­ llevar al paí­s a otros niveles de competencia.

Las mayorí­as piden respeto a las creencias de la Patria, a la religión oficial del paí­s porque antes que nada la esperanza de la nación reposa en la existencia de un ser superior: Dios.  Ya que por medio de la fe y la doctrina de la religión oficial de El Salvador la conciencia del pueblo se hace más fuerte, se mitiga el egoí­smo enraizado en los individuos, se fomenta la solidaridad y se humaniza a las nuevas generaciones,  germinando en ellas el respeto a Dios y a la fe, a sí­ mismo y a los demás, nace también el hambre de justicia y la búsqueda del bienestar generalizado. El Salvador tiene un referente histórico que llegó a ser voz de las mayorí­as antes de su martirio: El Beato Oscar Arnulfo Romero.

Las mayorí­as son fuerza, engrasan a la democracia y a la libertad, las minorí­as, que también son representativas pero con menor incidencia en la sociedad deben respetar tolerantemente la voluntad de las mayorí­as, siendo prudentes  y  aceptando lo que sabiamente predomina por voluntad colectiva.

“Vox populi, vox Dei”.

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Carlos F. Imendia
Carlos F. Imendia
Comunicador, publicista y mercadólogo salvadoreño; columnista y colaborador de ContraPunto

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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