Vivimos dentro de una sociedad donde se debe respetar la soberana voluntad de las mayorías. La voz y la conciencia en el corazón de la nación. Que piden a los actores políticos las mayorías? Piden que se cumplan los Derechos que la Constitución confiere a las personas, en primer lugar el respeto a la vida desde el momento de la concepción hasta la vejez. Que todo ciudadano dentro de la nación pueda optar por una vida digna, tranquila y sin amenazas. Niños, jóvenes, adultos, ancianos desarrollándose en un ambiente donde se garantice el respeto mutuo para el buen ejercicio de la democracia. El respeto a nuestro entorno, al medio ambiente, a nuestros recursos naturales; a los símbolos patrios y a las creencias.
Las mayorías piden a los actores políticos que se den las condiciones para que se establezca un clima de paz y armonía social, donde el Estado pueda proveer y garantizar al ciudadano seguridad por medio del orden público y el resguardo de la soberanía, donde constitucionalmente la familia conformada por hombre + mujer + hijos puedan perpetuar y sustentar los anhelos de la Patria fortaleciéndola al futuro venidero con hombres y mujeres de bien que practiquen principios y valores y se apeguen a la ley.
Las mayorías piden a los gobernantes y políticos el desarrollo del país por medio del buen uso de los recursos del estado, el apoyo a la producción y al incentivo de la inversión; el estímulo a los emprendedores y a las economías locales para mejorar el empleo y dinamización la economía. Que se priorice la innovación nacional antes que la extranjera, que se incentive a los jóvenes a puedan producir tecnología para fines propios y así llevar al país a otros niveles de competencia.
Las mayorías piden respeto a las creencias de la Patria, a la religión oficial del país porque antes que nada la esperanza de la nación reposa en la existencia de un ser superior: Dios. Ya que por medio de la fe y la doctrina de la religión oficial de El Salvador la conciencia del pueblo se hace más fuerte, se mitiga el egoísmo enraizado en los individuos, se fomenta la solidaridad y se humaniza a las nuevas generaciones, germinando en ellas el respeto a Dios y a la fe, a sí mismo y a los demás, nace también el hambre de justicia y la búsqueda del bienestar generalizado. El Salvador tiene un referente histórico que llegó a ser voz de las mayorías antes de su martirio: El Beato Oscar Arnulfo Romero.
Las mayorías son fuerza, engrasan a la democracia y a la libertad, las minorías, que también son representativas pero con menor incidencia en la sociedad deben respetar tolerantemente la voluntad de las mayorías, siendo prudentes y aceptando lo que sabiamente predomina por voluntad colectiva.
“Vox populi, vox Dei”.