Como ya es costumbre, en la Asamblea Legislativa cuando se trata de contrataciones de personal, se las ingenian de tal forma que la gente que llegue a los grupos parlamentarios colabore con ellos, en el mejor de los casos o en el peor, la pasen tranquilos.
Hoy los legisladores quieren hacer una reforma al Reglamento Interior de la Asamblea Legislativa (RIAL), para que los coordinadores de las fracciones legislativas sean los encargados de contratar a las personas que trabajarán en los grupos parlamentarios.
Anteriormente, el diputado de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Norman Quijano, tenía la potestad de contratar personal institucional y de grupos parlamentarios.
Ahora la situación es diferente. El 30 de octubre, diputados de ARENA, Partido de Concertación Nacional (PCN) y Partido Demócrata Cristiano (PDC), presentaron la iniciativa para que se reforme el artículo 147, inciso segundo del RIAL, que establece que la junta directiva a propuesta de cada uno de los coordinadores de los grupos parlamentarios, nombrará al personal de apoyo, de acuerdo con la proporcionalidad de cada uno de dichos grupos.
Los empleados nombrados a propuesta de los coordinadores de los grupos parlamentarios gozan de confianza personal y política para el desempeño de sus funciones, ya que desempeñan labores propias de las necesidades de cada grupo.
Los movimientos de personal asignado a los grupos parlamentarios o fracciones, es uno de los más recurrentes a solicitud de los coordinadores, dada la dinámica misma de la institución, así como el contenido político de todas las decisiones que se toman dentro del Parlamento, por lo que se hace necesario que dicha facultad quede expresamente establecida en el Reglamento Interior.
Actualmente, la disposición señala: “administrar los recursos que la junta directiva asigna al grupo”,
La reforma planteada dice: “administrar los recursos que la junta directiva asigna al grupo, inclusive el personal destinado a los mismos”.
Quijano, durante su administración, dijo que uno de los problemas que afectó y sigue ocasionando problemas a la Asamblea es el de las excesivas contrataciones.
Cuando asumió el 1 de mayo de 2018, el personal de este Órgano de Estado era de 2,448, según lo afirmó el presidente del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA), Gustavo López Davidson, justo cuando el mes pasado comenzó a hacer visitas a la Asamblea para tratar de cambiar el protocolo de entendimiento y no asumiera el pecenista Mario Ponce, por lo que el arenero consideró que tenía acercamientos con el presidente Nayib Bukele y no habría independencia entre el Ejecutivo y el Legislativo. De hecho que tampoco quería al diputado de Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Guillermo Gallegos.
En el 2009, el Palacio Legislativo tenía 780 empleados, pero esta cantidad fue creciendo. El pecenista Ciro Cruz Zepeda presidió (2000-2001); luego fue el exarenero Walter Araujo (2001-2002); retomó las riendas una vez más Cruz Zepeda (2002-2006); luego el pecenista Rubén Orellana (2006-2009), quien falleci+o en abril de 2012.
Otra vez Ciro Zepeda fue presidente (2009-2011); el efemelenista Sigfrido Reyes (2011-2015). Fue a partir de este período en que comenzaron a aumentar las contrataciones de personal. Lorena Peña del FMLN (2015-2016), lideró el Palacio Legislativo; Guillermo Gallegos (2016-2018). Este diputado se excedió a tal punto que contrató alrededor de 500 personas, que fueron denunciadas por el arenero Quijano (2018-2019), dejando las finanzas de la Asamblea en una situación crítica.
Quijano, como una de las primeras medidas administrativas fue el de despedir a empleados para bajar la carga que eso representaba a la partida de remuneraciones. Sin embargo, los cesados se fueron a amparar a la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia y tuvieron que volver a ser recontratados.
Al término de su mandato, el arenero dijo que había recibido la Asamblea con 1,466 personas administrativas y las redujo a 1,107, es decir, 359 plazas menos.
El problema que enfrenta hoy el presidente Mario Ponce, es que recibe una institución con un presupuesto desfinanciado de $58.3 millones, o sea lo mismo que este ejercicio fiscal, con la diferencia que, Quijano tuvo la cautela de pedir un refuerzo presupuestario de $1.5 millones para el pago de cánones de arrendamiento en donde se han ido las fracciones de ARENA y el FMLN que son lo que tienen la mayor cantidad de empleados, dado que el edificio principal de ocho plantas, está deteriorado por el terremoto de 2001. Quijano, advirtió en la junta directiva que era necesario pedir ese refuerzo
Solo de alquileres, pagan a razón de $65,000 mensuales y que al año suman $780,000. “Hasta los mismos diputados del PCN se opusieron al refuerzo”, recordó el arenero,
Ponce, tiene el problema que ese $1,5 millones que no dispone, le habrían servido para cumplir con el rubro de gastos corrientes, es decir, salarios.
Tiene en mente, aplicar algunas medidas administrativas, como un decreto de retiro voluntario, que extraoficialmente se ha conocido que podría ser de $40,000; también hará auditorías internas en el área de Recursos Humanos, para efectuar una especie de evaluación del perfil del personal que le permita oxigenar hasta donde le sea posible la carga de empleados.
Para nadie es desconocido en los pasillos de la Asamblea, que hay personas que solo porque cuentan con el apadrinamiento de un político, ocupan un cargo para el que no están calificados. Incluso, hay otros que no hacen absolutamente nada y su única responsabilidad es cobrar mensualmente su salario.