Hablar de pupusas en el exterior es hablar de nostalgia. Y eso es a lo que se dedica María Monge, salvadoreña nacida en el cantón Monte Redondo, Chalatenango pero que reside en uno de los últimos estados del norte de Estados Unidos donde la nieve y las temperaturas bajo cero son implacables. Se entiende que haya negocios de pupusas en Washington, Los Ángeles o Houston, ¿pero en Milwaukee donde latinos son pocos y ya no se diga salvadoreños?
Desde niña María tuvo a sus tías como inspiración y como maestras de la culinaria salvadoreña con la yuca con chicharrón, pastelitos, ticucas, pupusas y todas esas cosas con sabor chalateco, pero su padre, por temor a los muchachos de la época, le prohibía estar con las tías para ayudarles con la venta.
Con el furor de la guerra, su madre se va de Chalatenango hacia Los Ángeles en el 89. En 1996, María decide huír de una relación sentimental tóxica y de la violencia doméstica y por su cuenta viaja a Estados Unidos. Para esos días, su madre se había mudado hace Milwaukee, Wisconsin, pero María no sabía dónde quedaban las ciudades ni los estados. Se une a un grupo que se disponía a cruzar la frontera de forma irregular y le dicen algunas personas que se vaya con ellos que iban para Chicago, y que su destino final quedaba muy cerca de ahí.
Al llegar a Milwaukee, María trabajó en diversos lugares de comida y soñaba siempre con tener un negocio de comida, pero como las leyes de Estados Unidos son muy distintas a las de El Salvador, ella no podía simplemente poner un negocio con mesas afuera y ya. Eso no dejó que ella se diera por vencida y hacía pupusas para vender con sus compañeras puertorriqueñas y mexicanas.
En el 2006 comienza a tomar clases en una universidad para poder ser asistente de maestra. Ese mismo año toma clases de negocios para saber cómo hacer un buen negocio, pero como estaba embarazada decidió posponer su sueño.
Ya con sus estudios concluidos, María trabajaba en un kinder dónde les contaba a sus compañeras que lo suyo era abrir un restaurante. En 2016 decide aventurarse y con un préstamo del banco compra una gastroneta y la adecúa para poner su Pupusa Truck con el nombre de Cielito Salvadoreño. “Es un honor representar a mi país con la única gastroneta de pupusas en Milwaukee donde se encuentran tacos por todos lados”, dice Monge. “La desventaja es que por el frío hay que cerrar en el invierno”, lamenta.
Ya en el 2019 su éxito con su gastroneta ha sido tal que se transformará en “Pupusería la Chalateca” donde ofrecerá una variedad de platillos y bebidas típicas de El Salvador para su clientela que va desde “mexicanos y puertorriqueños hasta morenos y gí¼eros”, concluye María.
Otro evento que María Monge ha concretizado fue el “Pupusa Fest” donde la gente conoce, además de la gastronomía, la cultura y la música salvadoreña. “El objetivo del Pupusa Fest es recaudar fondos para ayudar a comunidades pobres en El Salvador con víveres, canastas navideñas, ropa, etc. Ya hemos hecho dos eventos y este año planeamos el Pupusa Fest III para llevar un poco de alegría a La Montañona en diciembre”, señala.
¡Muchos éxitos a la salvadoreña emprendedora María y su Pupusería la Chalateca!