Sánchez Cerén condenó el asesinato de Turcios, por causas que aún son investigadas por la policía y por la Fiscalía General de la República (FGR), que dijo a la prensa tener tres hipótesis del crimen, pero que aclaró que "no podía adelantar criterios".
El crimen de Turcios ha causado conmoción nacional contra el que se han pronunciado gobernantes, diputados e instituciones de Derechos Humanos, así como gremios de periodistas.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, afirmó que los familiares de Turcios habían reconocido el cadáver de la víctima en la morge de Medicina Legal de San Salvador,
Antes el jefe policial en el departamento de Santa Ana, Hugo Bonilla, aseveró que el esposo de la periodista Turcios, Mario Huezo, hizo el reconocimiento del cadáver por medio de una fotografía. Identificó la ropa que usaba Karla y una cicatriz que tenía. El cuerpo no presentaba heridas de bala ni de armas cortopunzantes.
Por otra parte el director policíal reveló que se investigan dos amenazas que el padre de la periodista había recibida recientemente de parte de una persona que lo intentó estafar. El padre es abogado de profesión, agregó Cotto.
El supuesto secuestro de la periodista ocurrió en su hogar el sábado después del mediodía, de acuerdo al testimonio brindado por Huezo. El hombre aseguró que aproximadamente a las 12:30 del sábado salió de su casa con su hijo menor y al regresar ya no encontraron a Karla.
Posteriormente fue localizado en garage de la vivienda un papel en que decía textualmente: "Adios a su hija lic p-rro", presuntamente dirigido al padre de la desaparecida, quien también reside con el matrimonio y su pequeño hijo. Huezo asegura que llamó varias veces y escribió al teléfono de Karla, pero no respondió.
El secretario de Comunicaciones y vocero presidencial, Roberto Lorenzana, había condenado la "desaparición y posible secuestro" de la periodista, colaboradora del diario "La Prensa Gráfica".
Desde finalizada la guerra civil en 1992, nueve periodistas fueron asesinados por bandas armadas o pandillas, de acuerdo al portal Infoamerica.org.
El caso más sonado es el asesinato del documentalista hispano-francés Christian Poveda, ocurrido el 2 de septiembre de 2009 a manos de la mara o pandilla Barrio-18. Poveda hizo un documental sobre esa organización llamado "La vida loca", que ilustrab la vida de los "mareros".
El último periodista que había sido asesinado fue Samuel Rivas, del Canal Megavisión, que murió el 16 de noviembre de 2017 a manos de pandilleros que lo acribillaron a balazos al salir de una iglesia.