El Papa Francisco celebrará el consistorio ordinario público para el voto sobre las causas de canonización del beato y mártir salvadoreño Oscar Arnulfo Romero. La actividad, que consiste en una reunión de cardenales presidida por el Sumo Pontífice, se llevará a cabo el próximo 19 de mayo en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En la actividad participarán los cardenales residentes o presentes en Roma el día que se celebre.
El pasado 7 de marzo se dio a conocer que Monseñor Romero sería canonizado en octubre de este año; sin embargo, la causa todavía debe seguir algunas formalidades del proceso.
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En un consistorio secreto el Papa pregunta a los cardenales su opinión sobre las causas de canonización, quienes responden individualmente placet o non placet (a favor o en contra). En el consistorio público, como el que se celebrará próximamente, alguno de los promotores consistoriales hace un alegato a favor de la causa y un prelado responde en nombre del Papa. El voto final para decidir la canonización de un beato se lleva a cabo en un consistorio semipúblico que será anunciado próximamente.
Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón de la muerte de ultraderecha que según el informe de la Comisión de la Verdad, fue organizado por el Mayor Roberto d’Aubuisson, fundador del partido ARENA. Su asesinato detonó la guerra civil que duró 12 años. Su homicidio sigue en la impunidad.
La condición de "mártir" fue la que encontró más objeciones durante este proceso pues para un sector más conservador de la Iglesia beatificar a Romero habría sido como llevar a los altares a la Teología de la Liberación, corriente teológica que nació en la Iglesia católica en Latinoamérica, de supuestas ideas marxistas, y que se caracteriza por poner a los pobres en el centro de la Iglesia.
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Según esta condición de mártir "in odium fidei", los teólogos no juzgan la posible intención política del asesinato del arzobispo, sino el intento de llegar al amor por la justicia y la predilección por los pobres que Romero manifestaba en su idea de Iglesia, de acuerdo con algunos testimonios recogidos en los fascículos del proceso.
Para la canonización, sin embargo, era decisivo reconocer un milagro por su intercesión. Según palabras del cardenal Gregorio Rosa Chávez, el milagro atribuido al beato Romero fue la curación de un cáncer incurable de una mujer.
