El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, lamentó el “fracaso mundial” que se está produciendo a la hora de compartir vacunas contra el Covid-19 a los países más pobres.
“Valoramos las vacunas donadas por el G7 y el compromiso de países, como Estados Unidos, de compartir dosis de vacunas en junio y julio, pero pedimos al resto que sigan estos ejemplos. Necesitamos vacunas para salvar vidas”, ha enfatizado el dirigente del organismo.
Ghebreyesu precisó que más de la mitad de las regiones de altos ingresos en el mundo ya cuentan con suficientes dosis para poder vacunar a sus poblaciones y solo 3 de 79 estados de bajos ingresos han logrado niveles parecidos
El director de la OMS advirtió que “muchos” países de Latinoamérica han visto “incrementados” los niveles de transmisión del coronavirus y, al mismo tiempo, en África los contagios por COVID-19 han aumentado un 52% la semana pasada y un 32% los fallecimientos. “Esperamos que esto sólo va a peor, necesitamos las vacunas”, afirmó.
La variante Delta del coronavirus, detectada primero en la India y presente en más de 70 países, va camino a ser la dominante en el mundo debido a su mayor capacidad de transmisión, advirtió este viernes la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.
Esta variante “se está volviendo más prominente y dominante en algunas partes y esto es preocupante dada la información que tenemos sobre su transmisibilidad”, añadió el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Los expertos coincidieron en que la situación de la pandemia aún es muy dinámica, debido a las variantes que están circulando, y afirmaron que necesitarán más datos de estudios sobre las diferentes vacunas usadas en cada país para poder determinar su eficacia contra estas nuevas cepas.
La variante delta es un 60% más transmisible que la alfa (detectada primero en Reino Unido), que a su vez era un 50% más contagiosa que la cepa original.
Los expertos recordaron que reducir las restricciones de salud pública o declarar una victoria prematura contra la pandemia podría contribuir a la expansión de esta variante.
Los virus mutan todo el tiempo. La mayoría de las variantes son insignificantes, pero algunas pueden hacer que un virus sea más contagioso. “El virus tiene una maquinaria para multiplicarse, o sea para producir muchas copias de sí mismo. Esa maquinaria del virus es muy simple y por eso comete errores en el copiado. Cada error es una mutación. Es una cuestión probabilística, matemática pura. Cuanta más circulación del virus en el mundo, se harán más copias, o sea habrá más virus con errores o mutaciones que pueden aumentar su ‘fitness’. Así, el virus puede ser más infectivo, más contagioso o incluso causar más daño”, aseguró recientemente en su cuenta de Twitter la científica Andrea Gamarnik, jefa del laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora principal del CONICET de Argentina.
En pocas palabras, la variante B.1.617 es una transformación del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19. Se detectó por primera vez en la India, en diciembre de 2020. No obstante, se informó de esta variante apenas el 24 de marzo, luego de que el Ministerio de Salud de la India dijera que las mutaciones L452R y E484Q no habían sido detectadas antes de diciembre en análisis de muestras.
Según esta investigación, recibir dos dosis de Pfizer/BioNTech protege un 96% contra las hospitalizaciones debidas a la variante Delta, mientras que Oxford/AstraZeneca ofrece una eficacia del 92%.
Por su parte, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) informó que su vacuna Sputnik V es la más eficaz contra la variante Delta del coronavirus, según comprobó luego de un estudio científico reciente.