Por Carlos Santiago Sorto Alvarez
El día Martes 22 de Febrero del presente año, en horas de la tarde, sorpresivamente, se hizo el anuncio del nombramiento del Lic. Mauricio Pineda como nuevo Ministro de Educación Interino, en sustitución de la Sra. Karla Hanania de Varela, este relevo permite limpiar la mesa y construir a política educativa a partir de un diagnóstico en áreas de mejora, y corregir la plana.
Está claro que existen algunos logros en materia Educativa del nuevo Gobierno liderado por la Titular anterior; El aumento de casi 2 puntos porcentuales del PIB, pasando del 3% al casi 6%, incluido dentro de eso; Los programas de Formación Docentes para la Educación Virtual para el 100% de docentes del sector público y un alto porcentaje del sector privado; La dotación de computadoras para alumnos y docentes, programa que va avanzando rápidamente y que se espera dar por finalizado en el presente año 2022, entre otros programas más.
Sin embargo, quiero concentrarme en los Desafíos heredados, que tendrá que resolver el nuevo Titular, y que son los que posiblemente le hicieron ruido a la Sra de Varela.
El primer Desafío que le tocará resolver, es el dilema que se generó producto de la petición de Ley, se trata del Decreto Transitorio 69, sobre la nueva forma de contratación de docentes para el Magisterio Nacional, que estableció el criterio de capacidad como prioridad para la contratación bajo el slogan “Docentes para la Transformación”, pasando todo un proceso de inscripción en línea, evaluación de los candidatos con pruebas de conocimientos, pruebas psicométricas y psicológicas, ejecutado por la Unidad de Recursos Humanos de las Direcciones Departamentales de Educación (URH-DDE) como responsable del proceso; todo esto, “diferente” a los procesos establecidos en Artículo 52 de la Ley de la Carrera Docente, el cual faculta al TRIBUNAL CALIFICADOR, como ente rector del proceso, definiendo, por Ley, el criterio de antigüedad (quienes se graduaron primero) como los que tienen la prioridad para ganar la plaza.
El otro Desafío (papa caliente) que le tocará resolver el nuevo Titular es el de la “Crisis de los Interinatos”, que ha dejado a muchos Docentes sin una plaza como interino, en la que muchos de ellos han venido trabajando hasta por 10 años, al mismo tiempo, dejando sin clases a miles de estudiantes a nivel nacional, esta situación fue generada a partir la emisión de un Acuerdo Ministerial llamado Criterios de Interpretación de la Facultad de…… de fecha 21 de enero de 2022, fue una Normativa para la Contratación de Docentes Interinos, en el cual las URH-DDE, se toma atribuciones excepcionales, para recibir (en línea), evaluar y sugerir a los CDE´s la contratación de los Docentes Interinos, considerando en primer momento a los compañeros docentes que se sometieron al proceso de selección de plazas del año pasado e invitando a nuevos, a someterse a ese nuevo proceso.
Y finalmente el tercer Desafío, es la Instalación de una Mesa de Diálogo, con las Gremiales Magisteriales, ya que en los casi tres años de esta administración poco o nada se trabajó en la instalación y discusión consultiva sobre las problemáticas y propuestas para mejora de la Educación, cuando sabemos que cualquier Reforma Educativa, es por condición “sine qua non” que sea de frente al Magisterio Nacional y no de espaldas como se pretendía hacerlo.
Para concluir podemos decir que menuda tarea que tiene por delante el Lic. Mauricio Pineda. De cara al proceso de selección de nuevo ingreso 2022; ¿Va a considerar el Proceso de Selección tal como está en la LCD, cuya facultad la tiene el Tribunal Calificador (que aún no está conformado a estas alturas) cuyo principal criterio es la antigüedad? o, ¿Va a reformar la Ley de la Carrera Docente, incorporando todos los procesos del Decreto 69? En cuanto a las Plazas Interinas; ¿Va a permitir el proceso contemplado en la LCD que confiere a los DCE´s la contratación de interinos, o querrá continuar con el nuevo proceso de contratación? Sin duda alguna, al nuevo Ministro, le tocará tomar las mejores de las decisiones para limpiar la mesa del Sistema Educativo Nacional y construir Políticas Públicas que garanticen el Desarrollo Educativo Nacional.
