Sobre el inédito fenómeno CODECA-MLP
CODECA-MLP concibe la lucha contra la corrupción no como el encarcelamiento esporádico, selectivo y mediático de unos cuantos funcionaros públicos corruptos, pues la corrupción de lo público no es la causa de los problemas económicos y políticos de un país, sino son el resultado de un sistema económico corrupto (y colapsado) que necesita de un Estado corrupto para funcionar a favor de una veintena de familias oligárquicas.
Por eso, su manera de combatir la corrupción se basa en separar del Estado al poder económico oligárquico, porque éste es el que propicia la corrupción de la esfera pública estatal.
Como se ve, asistimos a un salto cualitativo en la historia de los movimientos sociales y, particularmente, de los movimientos indígenas, también porque la concepción de pueblos de CODECA-MLP no se circunscribe a los llamados pueblos originarios, sino a la condición de clase de las personas concretas. En tal sentido, como ya se apuntó, no sólo el culturalismo inoculado al “movimiento maya” por la cooperación internacional queda rebasado, sino también los “modelos de inclusión de pueblos originarios” impuestos por Naciones Unidas y otras agencias internacionales de injerencia foránea en asuntos internos. Esta vez, los pueblos mismos se incluyen, y lo hacen con su propio instrumento político y sin tutelas vanguardistas de ninguna especie.
Por lo antes dicho, algo básico de estudiar es la relación del movimiento social y su instrumento político con sus intelectuales orgánicos. Los intelectuales orgánicos de CODECA-MLP se convirtieron en lo que son porque siguieron de cerca los acontecimientos históricos generados por el accionar del movimiento popular, los interpretaron y, a partir de esa base, sugirieron una versión de los hechos y posibles caminos por recorrer hacia el objetivo de que el movimiento social creara un instrumento político con un programa general y un plan de gobierno.
El intelectual orgánico de los pueblos no es, pues, el académico que desde un campus universitario pretende decirle al pueblo lo que tiene que hacer. Por el contrario, es un intérprete crítico y proactivo del accionar popular según las lógicas populares, los anhelos populares y las ideas populares. Esta identificación de clase que existe entre el pueblo, sus organizaciones y sus intelectuales orgánicos, es crítica y dinámica, analítica y propositiva.
Así, tanto el pueblo como su movimiento social y su instrumento político interactúan para fijar los senderos políticos que se habrán de recorrer hacia la utopía del Buen Vivir. Estas son lógicas partidarias distintas a las tradicionales. Por eso, el MLP y sus miembros se comportan de manera diferente a los partidos tradicionales en materia de asambleas internas, propaganda, discurso, ética y moral. Continuará…