La compañía estadounidense puso de relieve que los "múltiples ‘shocks’ económicos" que ha vivido el país y la "adopción de políticas contractivas" llevarán a una caída económica durante este año y el próximo, aunque el crédito obtenido del FMI supone que "virtualmente el Gobierno estará cubierto frente a riesgos de financiación externa hasta finales de 2019".
En la comunicación, Moody’s señaló que la "volatilidad histórica" de la economía argentina afecta a su calificación, actualmente en B2, considerado como "bono basura", y proyectó que, tras el "crecimiento intermitente" del periodo 2011-2017, el PIB se contraerá un 2.5 % en 2018 y un 1.5 % en 2019.
En los últimos meses, la situación de la economía ha sido volátil "como resultado de varios ‘shocks’ que incluyen una sequía histórica, una crisis cambiaria prolongada y la adopción de políticas fiscales y monetarias contractivas por parte del Gobierno", observó la agencia calificadora.
Para los analistas de la entidad, la fuerte devaluación del peso argentino, que se ha depreciado en más de un 50 % frente al dólar este año, ha contribuido al "deterioro considerable" de los indicadores crediticios de la nación sudamericana.
Moody’s prevé que la deuda del Estado se situará aproximadamente en el 70 % del PIB este año y que los pagos de intereses representarán el 16 % de los ingresos.
Al respecto, también alertó de que la alta proporción de deuda en moneda extranjera, que actualmente supera el 70 %, "expone el perfil de crédito soberano a las oscilaciones del tipo de cambio".
Por último, la agencia aseguró que la perspectiva estable que otorgó a Argentina refleja su expectativa de que las políticas del Gobierno estarán "alineadas con el objetivo de reducir el déficit fiscal y de cuenta corriente, incorporado en el acuerdo con el FMI".