De acuerdo con el séptimo Anuario de migración y remesas de México, los centroamericanos, en su mayoría guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, pagan US$6 mil 500 para transitar por México y otros US$5 mil para cruzar la frontera estadounidense.
Según el BBVA México, en 2017, el 6.6 por ciento del total de guatemaltecos vivían en el extranjero, así como el 7.8 % de los hondureños y el 24.5 % de los salvadoreños.
Entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de los centroamericanos migrantes de los años recientes se movieron a Estados Unidos, siendo California el principal destino para guatemaltecos y salvadoreños, y Florida para hondureños.
Los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica tienen una fuerte dependencia de las remesas que envían sus ciudadanos en el extranjero, las cuales representan el 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en Guatemala, el 20 % en Honduras y el 21.4 % en El Salvador.
El estudio también revela que los migrantes mexicanos pagan en promedio unos US$4 mil 500 a traficantes de personas que los ayuden a cruzar la frontera estadounidense, una cifra que ha aumentado sensiblemente, puesto que pagaban US$1 mil 900 en 2013 y US$935 en 2005.
Carlos Serrano, El economista jefe de BBVA México, explicó en rueda de prensa que el aumento de medidas de seguridad en la frontera estadounidense bajo el gobierno de Donald Trump “ha hecho aumentar de forma notoria el costo de migrar”.
Sin embargo, recordó que la oferta de empleo es lo que determina los flujos migratorios. “Mientras sigamos viendo un mercado laboral fuerte en Estados Unidos, seguiremos viendo migración mexicana a ese país”.
BBVA México estimó que las solicitudes de refugio en México, principalmente de centroamericanos, podría llegar a 80 mil en 2019, un aumento del 170 % respecto al año anterior.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.
A inicios de junio, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que el primer país impusiera aranceles a todos los productos provenientes del segundo.
A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la Guardia Nacional, lo que ha provocado este verano una reducción del 58.7 por ciento del flujo migratorio.
De acuerdo con el estudio del BBVA México, las detenciones de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos llegaron a un pico de 144 mil 255, lo que desató la amenaza arancelaria de Trump.
Pero en agosto, tras el acuerdo migratorio entre Estados Unidos y México, el número de detenciones se redujo notablemente hasta las 64.006 personas debido al menor flujo migratorio.