Hace unos días volví de un largo e intenso viaje por Ecuador y Perú. Fui invitado por el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), de la Universidad de Posgrado del Estado-Ecuador, a participar en la Cátedra Franí§ois Houtart en unas Jornadas sobre “El pensamiento crítico de Franí§ois Houtart”, fallecido en junio de 2017 en Quito. Nidia Arrobo, creadora, con Monseñor Leónidas Proaño, de la Fundación Pueblo Indio de Ecuador, y Antonio Salamanca, profesor del IAEN, conocedores de mi amistad, sintonía intelectual y estrecha colaboración con el sociólogo belga, me pidieron dictara una conferencia sobre “Religión y Mercado: Nuevos paradigmas teológico”, que tuvo lugar el 16 de mayo con la asistencia del profesorado y alumnado investigador del Instituto, así como de numerosas personas interesadas en el tema.
Tras un análisis crítico del neoliberalismo, siguiendo las reflexiones de Houtart, defendí que el mercado se eleva a la categoría de absoluto, fuera del cual no hay salvación, cuando lo que hace la economía de mercado es excluir de la salvación-liberación a las mayorías populares del Sur global. Es la “trascendencia perversa” de la que hablaba Marx. Propuse la necesidad de des-religiosizar el mercado, des-divinizarlo, cuestionar su carácter trascendente y absoluto, criticar la idolatría del mercado, como hiciera Marx en su teoría de la idolatría del capital y de la mercancía. Una crítica que debe partir de la denuncia de los profetas del Israel a la idolatría y de la crítica de Jesús de Nazaret a la adoración al Dinero convertido en ídolo (Mateo, 6,24).
Hoy la religión está mercantilizada, vive sometida al asedio del mercado y, preocupada por cuestiones internas y por ganar el espacio confesional perdido, con frecuencia se deja asediar acríticamente. Por eso, afirmé la necesidad de des-mercantilizarla y cuestionar su complicidad con el capitalismo. Una complicidad que practican, entre otros, el teólogo norteamericano apologista del mercado Michael Novak, que compara a las Corporaciones Internacionales con el Siervo de Yahvé del profeta Isaías, y el economista francés “cristiano” Michel Camdesuss, ex director general del FMI, que pide hacer las bodas entre el Mercado y el reno de Dios. Como alternativa, creo que hay que pasar de la trascendencia perversa a la trascendencia liberadora en la historia. De lo contrario, la religión será “el opio del pueblo”.
Era la tercera vez que visitaba Ecuador. La primera fue para participar en la 6ª Jornada Teológica de la Comunidad de Educación Teológica Ecuménica y Caribeña (CETELA) sobre “Abya-Yala y sus rostros. Formación teológica y transversalidad”, celebrada en Cumbayá, del 2 al 6 de julio de 2000. Los diálogos y las ponencias se publicaron en un libro del mismo título (editorial Kimpres Ltda, Bogotá, 2001). El encuentro giró en torno a los diferentes rostros de la pluri-identidad cultural, religiosa y étnica latinoamericana y caribeña: negra, campesina, indígena, pentecostal, feminista y sus respectivas teologías, en un diálogo transversal.
Recuerdo con especial afecto a las teólogas y teólogos que participaron en el evento: Antonio Aparecido da Silva y Domingo Yanke, ambos fallecidos, Aníbal Cañaveral, Jaime Prieto, Amílcar Ulloa, Violeta Rocha, Diego Irarrázabal, José Duque, Silvia Regina da Silva, Alejandro Ortiz, Débora García, Mario Higueros, Eleazar López, Mathias Preiswerk, Anaida Pascual… Fue mi primera inmersión directa en las nuevas tendencias de la teología de la liberación.
La segunda vez fue en 2010 invitado al Encuentro Pachamama, Pueblos, Liberación y Sumak Kawsay (Bien Vivir) con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de monseñor Leónidas Proaño, “el obispo de los indios” (1910-2010). Estuvo organizado por la Fundación Pueblo Indio (FPI) con el objetivo de “volver a las fuentes para redimir la vida”. Participamos más de doscientas cincuenta personas de ífrica, Europa, América del Norte, Centro y Sur. Fue un espacio de reflexión en torno a la lógica del neoliberalismo y sus efectos perversos contra el planeta tierra y los pueblos oprimidos, y un ámbito privilegiado para el diseño de alternativas post-capitalistas frente a las crisis ambiental, climática, alimentaria, energética y económica, a las que hay que sumar la crisis ética.
En dicha efemérides, celebrada en la Universidad Andina Simón Bolívar, participamos Frei Betto, Elsa Tamez, Franí§ois Houtart, Nidia Arrobo, Nancy Cardoso, Humberto Cholango, Juana Batzibal… No pudo asistir David Choquehuanque, pero envió una magnífica conferencia sobre la reconstrucción del Bien Vivir (Sumak Kawsay). Recordamos que “el soñador se fue pero su sueño queda” y a nosotros nos corresponde hacerlo realidad. Publicamos las conferencias y los diálogos en el libro Pueblos indígenas, derechos y desafíos. Homenaje a monseñor Leónidas Proaño (AGD-N Libros-Universidad Carlos III de Madrid-Pueblo Indio del Ecuador con la siguiente dedicatoria:
“A los pueblos originarios de Abya-Yala de ayer, hoy y mañana, adoradores del Sol como fuente de vida y primeros ecologistas de la historia, en recuerdo de la experiencia cósmica-fraterna-sororal del Centenario de monseñor Proaño compartida del 37 al 31 de enero en Quito, siempre en nuestra memoria y en nuestra vida, con respeto y reconocimiento”.
En mi reciente viaje a Ecuador contemplé los volcanes Pichincha y Cotopaxi, volví a visitar el centro histórico de Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad, y recorrí con una guía excelente el Museo de Arqueología del Alabado. Ya fuera de Quito, pasé unos días deliciosos en Otavalo en la casa rural de mis amigos Pilar Castañeda y Antonio Salamanca. Visité el Centro de Formación Indígena en Pucahuaico (San Antonio de Ibarra), lugar de la memoria histórica de los líderes indígenas que lucharon por la liberación de las comunidades originarias, donde está enterrado monseñor Leónidas Proaño. Allí pude leer su propuesta utópica: “Sueño con la posibilidad de una sociedad nueva”.
En el capítulo 7 de Teologías del Sur. El giro descolonizador, dedicado a la teología indígena latinoamericana y a la cosmovisión eco-humana del Bien Vivir (Sumak Kawsay)”, ofrezco un análisis de la aportación vital e intelectual de Proaño a la teología y la cosmovisión indígenas, que no solo son válidas para las comunidades originarias de Abya-Yala, sino también para la civilización occidental.
Mi encuentro con el pensamiento y la coherencia de Franí§ois Houtart (1926-2017) y de Leónidas Proaño (1910-1988) me reafirmó en la crítica del neoliberalismo y en la búsqueda de un modelo civilizatorio post-capitalista. Solo por eso mereció la pena el viaje a Ecuador.