Por Carlos Castillos.
Como cada seis meses, una vez más Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay realizaron una Cumbre de Presidentes. Esta vez en Asunción, ya con la presencia del presidente de Bolivia, Luis Arce, porque ese país ingresó formalmente como miembro activo del grupo.
Hasta ahora era un Estado Asociado. Faltó el argentino Javier Milei, que está distanciado de su par de Brasil, Lula da Silva, pero eso es detalle menor. Estuvo la Canciller, Diana Mondino, que a los efectos, es casi lo mismo. No hubo sorpresas y lo más destacado, en comparación con cumbres similares, fue la aceptación de Bolivia.
Luego de unas horas de reunión plenaria, se emitió una declaración de 44 puntos, que contiene temas, casi todos de tipo económico y comercial. Azúcar, energía, mujeres y comercio, comercio electrónico, ciencia y tecnología, industria automotriz y generalidades ya conocidas como “la necesidad de abrirse al mundo” y flexibilizar medidas regulatorias del comercio.
En ese sentido, la declaración de la Cumbre del Mercosur resalta “la reducción del Arancel Externo Común (AEC) acordada en julio 2022” y “reafirma la necesidad de dar continuidad, en este nuevo contexto, al proceso de revisión integral del AEC para fortalecer su consistencia y reducir su dispersión. El AEC es un arancel que aplican los cuatro países firmantes del Tratado de Asunción (1991) a los que se suma Bolivia ahora, y para ser aplicado al comercio con terceros países.
Los asistentes a la cumbre también abordaron los problemas internos y los extra-regionales con especial atención a aquellos que tienen que ver con negociaciones con otros países o bloques, para avanzar en acuerdos de libre comercio. OTROS ASUNTOS Diversos estudios realizados en estos países del sur de Sudamérica indican que los problemas más serios y que más afligen a sus poblaciones, son la pobreza, el hambre y la inseguridad. La Declaración de la Cumbre presidencial no hace mención a estos temas. Solamente, como complemento del Comunicado Presidencial de 44 puntos, se divulgó una Declaración presidencial de lucha contra el Crimen Organizado Transnacional (COT).
Los gobiernos del bloque reconocen que “el creciente desarrollo del crimen organizado transnacional resulta una amenaza, con consecuencias no solo para la seguridad de los países de la región, sino también para la estabilidad democrática, el desarrollo socioeconómico y la paz regional”. En este documento los gobiernos mencionan la necesidad de contar con herramientas acordes a esta problemática. Expresan “la urgencia de aunar esfuerzos con miras a la integración de políticas regionales afines en materia de seguridad”. Prometen procurar la “identificación de amenazas, riesgos y vulnerabilidades” y “prevenir y combatir a las diferentes modalidades del crimen organizado transnacional”. Allí se señalan el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, la fabricación y tráfico ilícito de armas, municiones, explosivos y materiales relacionados, trata de personas, tráfico de migrantes, corrupción y delitos económicos, financieros y terrorismo, entre otros.
Las cumbres presidenciales se realizan cada seis meses y allí se produce el cambio de la presidencia pro témpore, por orden alfabético. Paraguay dejó ese cargo y asumió Uruguay hasta diciembre próximo.